Los perritos son animales que siempre demuestran el cariño y amor por sus dueños. Estos animalitos apoyan a sus humanos en todo momento, pese a que estén muy mal de salud, tal como Belle, una perrita chihuahua que tenía malestares estomacales.
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La lomita pertenece a la hija de Amanda Gommo, quien decidió tomar una breve siesta por la tarde. Pese a que la perrita tenía diarrea, la mujer optó por mantener a Belle junto a ella. En una entrevista con el medio The New York Post, la fémina relató que:
“Estaba tomando mi siesta de la tarde con Belle, como siempre lo hago, cuando de repente sentí que algo chorreaba en mi boca. Fue repugnante, y estuve vomitando violentamente durante horas después. Simplemente no podía quitarme el sabor de la boca”.
Sí, la chihuahua defecó en el rostro de su dueña, quien no pudo con es asco y vomitó en repetidas ocasiones. La víctima creyó que todo quedaría en un mal momento, mas surgieron síntomas muy extraños:
“Los calambres empeoraron cada vez más hasta que pude sentirlos por todo el cuerpo, incluso en las piernas”, asimismo Amanda afirmó que comenzó con la misma enfermad que su perrito:
“Estaba tan deshidratada por estar enferma y tener diarrea que mis riñones se habían reducido a la mitad de su tamaño”, reveló al medio antes citado.
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Después de tres días, la mujer logró salir del médico por el terrible suceso: “Mi nota de alta decía que había sufrido una infección gastrointestinal causada por un perro que defecaba en mi boca, algo que los médicos nunca habían presenciado antes”.