Así como en ‘Blonde’ se muestran varias Marilyn Monroe (la profundamente insegura, la sensual, la atormentada, la más comercial), también hay varias Norma Jeans, la portadora al fin y al cabo del peso de esta figura cinematográfica, encarnada en Ana de Armas.
Y en episodios que son ampliamente reconocidos pero también, donde se mezclan la ficción y la realidad- gracias a a la adaptación del libro de Joyce Carol Oates- el espectador verá a todas estas rubias en una, a todos estos cuerpos que aún hoy siguen construyendo, como ella misma, varias lecturas de la sensualidad, las curvas, la fragilidad de su belleza. Que Kim Kardashian haya usado uno de sus vestidos más polémicos hace pensar que no hemos visto la última interpretación de la diva en la cultura popular, pero en ‘Blonde’ se recrean con guiños todo lo que había alrededor de su popularidad.
NUEVA MUJER habló con Jennifer Johnson, la diseñadora de vestuario de la película, sobre cómo se construyó esta Marilyn.
Hay muchas versiones de la vida de Marilyn y muchas versiones en la cultura popular. ¿Cómo construirla a través de un nuevo concepto?
Ese fue el desafío: crear nuevas cosas alrededor de ella y que a la vez fuesen respetuosas con los diseños originales, pero también trabajábamos para estos espectadores del siglo XXI, así como con una actriz contemporánea, por lo que fue bastante importante hacer modificaciones.
No queríamos hacer una producción sin conciencia, que consiste en mirar una foto y hacer una réplica exacta. En la película, si miras lado a lado las producciones en las que ella participó, el vestuario llega a ser casi igual, pero hay modificaciones para que en últimas, funcionaran para Ana.
Entonces, el tema era más de construir sabiamente, repensar cosas, ya que muchas telas no se conseguían o teníamos que hacer un gran esfuerzo para conseguirlas y el tiempo y el presupuesto eran limitados. Pero lo más importante era la calidad, y preservar ese sentimiento de autenticidad.
¿Cuáles fueron los aportes de Ana para llegar a esta construcción de personaje?
Estábamos interesados en explorar el cuerpo de Marilyn en ella. Ana llevaba una peluca en toda la producción, y tiene una capa que la hace ser muy calurosa. También comenzamos a preguntarnos qué pasa si le añadimos más caderas, más busto, más cola y pensamos en piezas que ayudaran a aumentar esta sensación, pero por el calor, creamos mejor una cinta alrededor de su busto, y esto también cambiaba sus proporciones.
Un simple truco que da la sensación de que es más voluptuosa de lo que es. Ana también estaba muy interesada en colaborar conmigo en cómo podría ser Norma Jean/ Marilyn, sin pensar en su traje. Pensamos en la funcionalidad y en el confort, en últimas.
¿Cómo marcar la diferencia entre Norma Jean y Marilyn con el vestuario?
Norma Jean fue muy interesante y quería ser tomada en serio y para ella era importante para tener un uniforme, sobre todo cuando estaba en el Actors Studio. Usaba cosas “serias”, de persona de teatro, o como una parisina. Usaba blanco, cosas funcionales, para que la gente no se distrajera con su cuerpo. Y era no hipersexualizada, usaba muchos cuellos altos.
Cosa distinta pasaba con Marilyn: en ‘La comezón del séptimo año’ , cuando se le ve la falda, te puedes sonrojar, está casi desnuda. Incluso es interesante ver cómo maneja la mirada masculina alrededor de ella. Así, era importante ilustrar en la película hacer estas diferencias. Y ella quería en el fondo ser una gran actriz, no una muñeca sexual.
Hay una escena en particular que viene de una foto inmortal :la ajustan en un corsé. Moldean su figura. Está su vestuarista hablándole de la maravilla que es ser ella. ¿Qué representa esto en términos simbólicos cuando incluso Kim Kardashian también se ajustó para caber en uno de sus vestidos?
Creo que es parte de su manufactura y la del estudio, creando este producto comercial a través de su maquillista, para que te muestren que no puede ser Marilyn sin cierto tipo de cosas. También, su vestuarista la ajusta para crear ese cuerpo sintético, que no es real ni cómodo. Y todo está pensado para ser imagen, solamente, y ese momento está hecho para hacerla sentir como un dispositivo totalmente sexualizado a través de realzar sus atributos.
Y creo que, como Norma Jean, estaba más interesada en ser tomada en serio como actriz, pero también el sistema de estudio drogaba a sus actrices para su conveniencia y todo su equipo estaba hecho para este fin, en últimas. Esto, para decir que su cuerpo no era suyo, que era totalmente del estudio. No era ella.
Hay un aire de glamour incluso cuando ella ya es una diva cansada. ¿Cómo interpreta esto?
Hay algo muy noble sobre Marilyn y Norma Jean, y eso es por lo que es un icono: es como Diana, hay algo espiritual , una nobleza, una elegancia en ella que trasciende, en sus peores momentos incluso. Tu siempre te preguntas si esa manufactura de Hollywood, le pasó factura y cómo la transformó, siendo ella increíblemente hermosa, y te preguntabas cómo manejaba todo eso al final del día.
Cuando ya no era Marilyn, y sobre todo, al final de su vida. Y en ese periodo incluso hay unas fotografías que se hizo desnuda. Las fotos son fantasmales, pero ella es magnífica, incluso en su dolor.
¿Cuál fue su Marilyn favorita de crear?
Como diseñadora de vestuario, su vestido en ‘Seven Year ITch’, en el metro, en esa escena: todo se puede ver a camara lenta. Fue increíble ver esa construcción hermosa de cómo era su cuerpo, también, pero de cómo se relacionaba con esa figura esa audiencia. Y fue un momento increíble para analizar el nivel de detalle de nuestro trabajo.
DATO: Para Ana se crearon varias prótesis faciales al recrear los rasgos particulares de Marilyn Monroe. También, varios trucos de luz y maquillaje para acentuarle en distintos momentos dramáticos de la película.