La polémica artista Irma Serrano siempre dijo que nunca fue una víctima de los hombres, sino que ella se aprovechó de ellos. Sus romances dieron mucho de qué hablar en diferentes décadas, ya sea por sus relaciones con políticos o empresarios; así como figuras de gran nivel dentro de la sociedad que le dieron costosos regalos.
La llamada Tigresa tiene un gran colección de joyas finas, y otros patrimonios como mansiones, piezas de arte y una fortuna que se especula asciende a más de 600 millones de pesos.
La actriz, nacida en Chiapas, reunió una gran colección de obras de arte, casas e incluso un teatro, ya que en 1974, adquirió el viejo Teatro Virginia Fábregas, ubicado en la calle de Donceles, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. La actriz remodeló el recinto y lo rebautizó como Teatro Fru-Frú. A partir de los años 70, presentó una serie de obras teatrales que causaron controversia.
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En vida, Serrano presumió sus regalos que le dio el ex presidente de México Gustavo Díaz Ordaz, particularmente un piano que le perteneció a Maximiliano de Habsburgo.
¿Quién será el heredero universal?
Desde su retiro de los escenarios, La Tigresa decidió vivir en su natal Chiapas, donde estuvo al cuidado de su sobrino nieto ahijado, Luis Felipe, que siempre estuvo al pendiente de sus necesidades y quizá sea el que guarde todas las pertenencias de su famosa tía.
