Existen muchos enfermos que esperan, por bastante tiempo, algún donante de órganos que les ayude a mejorar su salud. Por fortuna, hay gente que acepta dar una parte de su cuerpo para que otros tengan una mejor vida.
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Tal como lo hizo Debbie Stevens, una mujer de Nueva York que optó por donar un riñón a su jefa, mas esta la despidió por no acudir al trabajo tras la intervención.
De acuerdo con medios locales, Jackie Brucia, nombre de la “mala agradecida”, es una empresaria de Long Island a la que los médicos le diagnosticaron una grave enfermedad que requería un trasplante de riñón.
Tras darse a conocer la triste noticia, Debbie le ofreció el órgano, mismo que fue aceptado por la enferma. La trabajadora acudió al hospital para ser operada, pero el “órgano no resultó válido para la mujer “.
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El medio antes citado afirmó que Debble necesitó varios días de recuperación por la intervención, por lo que tuvo que quedarse en casa: “¿Qué estás haciendo? ¿Por qué no estás en el trabajo? No se puede entrar y salir cuando uno quiera. La gente va a pensar que te trato de forma especial”, son las palabras que le dijo su jefa antes de despedirla.
La afecada, quien es madre soltera con dos hijos, finalizó explicando que “Decidí convertirme en un donante de riñón para mi jefa, y ella se llevó mi corazón. Me siento muy traicionada. Esta ha sido una experiencia muy dolorosa y horrible para mí. Ella cogió mi regalo, lo puso en el suelo y lo pateó”.