La cantante Tina Turner se divorció de Ike Turner en 1976, cuando tenía 39 años. Los maltratos iniciaron desde la noche de bodas de la pareja en 1962, cuando la llevó a un prostíbulo.
Según contó Turner en sus memorias, a las que nombró Yo, Tina, una autobiografía de 1986, Ike llegó a arrojarle café hirviendo a la cara, lo que le provocó quemaduras de segundo grado. “Usó mi nariz como saco de boxeo tantas veces que podía notar el sabor de la sangre a través de mi garganta. Me rompió la mandíbula. Y no podía recordar lo que era no estar con los ojos amoratados”.
Tina también contó que llegó a ser silenciada y ninguneada por la industria del entretenimiento después de haber pedido el divorcio de Ike Turner tras después de que este le dio una golpiza en Las Vegas que la llevó a huir.
Después de este episodio, la cantante tardó siete años en en volver a encontrar el éxito en su carrera y vender millones de discos gracias a la ayuda de Cher en 1977, quien la invitaba a su show y David Bowie en 1983, esto cuando el músico decidió anular la fiesta de presentación de su nuevo álbum, Let’s Dance, y decirle a todos los directivos de su discográfica que prefería ir a un concierto de su cantante favorita en el Ritz, era Tina.
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Victorias de Tina Turner tras su divorcio
La intérprete consiguió conservar su nombre y quedarse con dos coches (jaguars). Los cuatro hijos de Ike –dos de la pareja y dos de la anterior esposa de Ike– se quedaron, en un principio, con su padre. “No tenía casa y me pasé dos meses de casa en casa de amigos. Mientras los dueños estaban fuera, les limpiaba su hogar de arriba a abajo. Prefería ser la criada de cualquiera antes que la esposa de Ike Turner. Esa era mi actitud”, dijo la cantante tiempo después.
Cuando Turner pudo conseguir donde vivir junto a sus hijos, según contó, “los matones de Ike Turner la acosaban y en más de una ocasión tuvo que dormir en un armario por el miedo a que la mataran o llamar a la policía para que los echaran de su propiedad”.
Además, durante una esa época, iba con una pistola encima a todas partes. “era como una amenaza constante, como si él me estuviese diciendo ‘te veré pronto, vendrás rogando por tu antigua vida’”.
Por su parte Ike Turner también habló de los maltratos hacia su pareja en una entrevista a Spin donde trató de normalizar la violencia. “Sí, le pegaba a Tina, pero no lo hacía más de lo que de la media le pega cualquier hombre a su mujer. La verdad es que nuestra vida no era tan distinta del vecino de al lado”.