Melissa Viviane Jefferson, mejor conocida como Lizzo, y su coreógrafa principal, Tanisha Scott, fueron demandas por tres bailarinas, quienes formaron parte de su equipo de baile, por abuso sexual y hostilidad en el ambiente laboral.
Crystal Williams, Arianna Davis y Noelle Rodriguez son las bailarinas que el pasado martes presentaron una demanda en contra de la cantante y su equipo, ya que fueron “obligadas a soportar un comportamiento sexualmente denigrante”, además de ser “presionadas a participar en inquietantes espectáculos sexuales”.
Presuntamente, Lizzo, quien es conocida por promover el amor propio y aceptación corporal, se burlaba del físico de ellas junto a su coreógrafa, y también de las que habían tenido relaciones antes de casarse.
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Lizzo y su coreógrafa obligaban a sus bailarinas a hablar de sexo y de hacer cosas sexuales cuando ella quería
De acuerdo con lo que expusieron las bailarinas en su denuncia, Lizzo cuestionaba a sus bailarinas si subían de peso, a pesar de promover la aceptación corporal y de no sentir vergüenza de su cuerpo.
También le daba a entender a sus bailarinas que, si no compartían detalles íntimos y sexuales, serían despedidas. Mientras que su coreógrafa, Tanisha Scott, presionaba a las bailarinas a unirse a su religión cristiana.
Con respecto al abuso ya acoso sexual, hicieron mención a lo que sucedió en un club nocturno en Ámsterdam, donde fueron obligadas a tocar las partes íntimas de una desnudista, de tomar las bananas que se metía en la vagina, además de desnudarse para el entretenimiento de otros artistas.
Pero eso no es todo, ya que también acusan al equipo de Lizzo de menospreciar a las bailarinas negras, y de pagarles menos dinero que a las bailarinas o personal blanco.
Ante estas acusaciones, se suma la declaración de la cineasta Sophia Nahli Allison, quien tenía intenciones de hacer un documental sobre la cantante, pero declinó al ver el ambiente tóxico laboral que tenía y del trato denigrante que recibían las bailarinas de color.