La mayoría de los cinéfilos acuden a Rotten Tomatoes para obtener una idea de si vale la pena ir a ver una película. Es el sitio de evaluación cinematográfica más reconocido del mundo, ya que combina la opinión del público y la crítica especializada en porcentajes.
Es un tremendo trabajo, pero todo podría estar manchado, de acuerdo con un informe que publica el sitio web Vulture.
“La métrica más sobrevalorada en las películas es errática, reduccionista y fácil de piratear y, sin embargo, tiene a Hollywood bajo control”, reseña el portal en una nota escrita por Lane Brown, con información de Luke Winkie.
Señalan a Rotten Tomatoes de recibir incentivos para mejorar las críticas de una película que no caló tanto entre los especialistas. Dicen que los estudios pagan a través de terceros para añadir reseñas positivas y así incrementar el porcentaje, a pesar de que el sitio especifica que prohíbe la “revisión basada en un incentivo financiero”.
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La olla que destapa este entramado es del 2018 y 2019 y recae sobre los hombros de una película llamada “Ophelia”, que en principio recibió una valoración de 46% y a medida que pasaron los meses, sin explicación alguna se añadieron reseñas positivas para incrementar su porcentaje al 62%.
Si la buscan, los resultados de Google muestran el resultado por fuera, pero cuando se ingresa al enlace Rotten Tomatoes la retiró.
“El sistema está roto. El público es más tonto. La gente normal ya no revisa las reseñas como antes. Rotten Tomatoes es algo que los estudios pueden jugar. Y así lo hacen”, dijo el cineasta Paul Schrader.
Los directores y guionistas no creen en que el sitio recoja las opiniones de la crítica especializada, sino que es un conjunto de reseñas vulneradas para subir o bajar el porcentaje de aceptación.
