Isabel Madow se dio a conocer en la farándula de México por su participación en ‘El Mañanero’, programa de televisión que conducía Brozo. La modelo hacía el papel de La Secretaria. Con sus curvas y su belleza enamoraba a miles de espectadores que veían el espacio de Televisa.
Desde entonces ha visto como su imagen crece con cada trabajo que hace relacionado con el mundo del modelaje. Trabajó para la revista PlayBoy y está incursionando en la plataforma de contenidos eróticos, OnlyFans.
Sin embargo, su nombre ha cobrado reconocimiento recientemente, ya que fue mencionada en un extracto del nuevo libro de Anabel Hernández, ‘Las señoras del narco: Amar en el infierno’, que habla de la vida del narcotraficante Arturo Beltrán Leyva, contada por los testimonios de una de sus parejas, Celeste.
En el libro se hace alusión a una reunión de trabajo que el narcotraficante tuvo en vida con Isabel Madow, y como estuvieron a punto de ser socios en una especie de spa, en las cercanías de la sede de Televisa.
También te puede interesar: Las famosas que aparecen en el libro ‘Las señoras del narco: Amar en el infierno’ por supuestos nexos con narcos
“Un día Arturo me dijo que quería a la Secretaria. Yo le dije que no, que no era madrota. Se me hizo horrible (...) Entonces le dije a Arturo que hiciéramos una cosa. Yo ocupaba modelos para mi clínica de belleza, así que le propuse que todas las que quisiera las iba a pagar”, cuenta Celeste en el libro de Anabel Hernández, según reseña Infobae.
Celeste explica que ella le propuso contactar actrices para ver quien se quería sumar al “emprendimiento” del narco y una de las apuntadas fue Isabel Madow. Así que concretaron una reunión, que en principio se dio en un restaurante con la entonces pareja de Arturo Beltrán Leyva.
“Ella por seguridad llegó acompañada de su preciosa madre porque no me conocían (...) ella no era como las otras mujeres, era de una belleza de estilo europeo, de estas bellezas naturales, hermosísima de verdad, no ocupaba maquillaje”, dice Celeste en su relato.
La misma Celeste dice que insistió en mudar la reunión hacia Zacatépetl, debido a que ahí estaban las oficinas, pero fue una excusa para llevar a Isabel Madow, que estaba con su mamá, a la casa de Arturo Beltrán Leyva.
“Nos sentamos en la sala principal de color beige y estilo elegante. Arturo siempre se sentaba en el sillón individual, ojo, siempre. Era su trono. Isabel Madow y su mamá se sentaron en el sillón más grande. Les trajeron trajeron vino, ofrecieron pinchos y todo. Las atendió como reinas”, señaló.
No obstante, después de un rato de charlas, la misma Isabel Madow pidió que las llevaran de vuelta y el negocio que estuvo a punto de darse nunca se concretó. Esa fue la única reunión que tuvieron ambos, según lo que dice el libro.