Andrea Legarreta vivió horas de angustia, así como muchos mexicanos que tienen familiares o amigos en Acapulco, Guerrero, tras el pasó del huracán Otis que dejó grandes daños a su paso.
A través de redes sociales, la conductora pidió rezar por ‘su gente de Acapulco’, y posteriormente dio a conocer que estaba preocupada por su papá y hermano, quienes radican en Acapulco, y hasta el jueves por la mañana no había logrado entablar comunicación con ellos.
“Quiero agradecer a todas las personas que me han estado preguntando de mi familia, mi papá, mi hermano, mi tío, toda la gente que está en Acapulco, hasta el momento no tenemos noticias de ellos, están todos incomunicados”, explicó la conductora de televisión.
Pasadas las 14:00 horas, fue la propia Andrea Legarreta, quien dio nuevas noticias sobre su familia.
“Hola a todo, aquí estoy de nuevo para darles buenas noticias, porque me habló mi papá. Encontraron una forma de comunicarse, porque le dijeron los vecinos que en la parte de arriba (edificio) había señal y me llamó que están juntos, cada uno estuvo en su departamento cuando sucedió esto”, dijo en el video que apareció en sus historias de Instagram.
“Sufrieron daños en sus viviendas, pero mi papá me dijo que corrieron con suerte, porque están en mejores condiciones que los de sus vecinos, casi todo se destrozó, pero que están bien. No hay pérdidas en el edificio donde él vive y, tampoco en la de mi hermano”, detalló.
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Con lágrimas de felicidad y un emotivo mensaje, la conductora incitó a apoyar a la gente de Guerrero, a través de la Cruz Roja mexicana.
“Muchas gracias por sus buenos deseos y sus oraciones. Hay que seguir pidiendo por todos, porque en verdad la situación está muy triste. Todo está devastado como sale en las noticias, hay que juntar víveres para ayudar a nuestra gente que no puede salir y muchos no están enterados que hay señal en diferentes zonas”.
La también actriz cerró su mensaje con las siguientes palabras, “decirles que tengan fe y apoyar a nuestros hermanos que nos necesitas de Guerrero y de Acapulco, porque está muy grave. Hay que tener paciencia y mucha fe, muchas gracias”.
