La vida no ha sido color de rosas para Kit Harington, tras el final de Gamme of Thrones. El intérprete de Jon Snow confiesa que ha tenido que lidiar con muchos problemas personajes, en parte, relacionados con su rol en la famosa serie de HBO, por la que consiguió los, hasta ahora, mejores logros de su carrera.
De acuerdo con lo que reseña la revista Quien, el actor de 36 años descargó lo que fue su realidad post Juego de Tronos, en una entrevista del podcast The Hidden 20 percent, donducido por el empresario autista y con TDAH Ben Branson.
A pesar de que en Game of Thrones, además de protagonizar la serie, conoció a su esposa, Rose Leslie, Kit sufrió la exacerbada atención de los fans, que no sabían diferenciarlo a él de su rol. Entonces, según cuenta, sintió mucha presión ya que en realidad su personalidad no era la misma de Jon Snow.
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“La gente me trataba como al personaje, que era un héroe y bueno. Pero en mi vida, personalmente, no me sentía así en absoluto. Y eso me dejó algún tipo de cicatriz psicológica. Estaba bebiendo mucho. Estaba pasando por adicción y todo lo que eso implica y escondiendo cosas de todo tipo. Y ese era el polo opuesto del personaje”, dijo en una de sus intervenciones en el podcast.
“El personaje y yo nos mezclamos mucho en ese momento. En realidad, no sabía quién era. Bebía continuamente mientras interpretaba a un alcohólico. Fue el peor momento. Fue durante esa obra que en cierto modo colapsé y le conté a la gente a mi alrededor lo que estaba pasando y finalmente tomé medidas”, destacó sobre ese delicado momento.
Cuenta que además, durante las sesiones de rehabilitación, fue diagnosticado con déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Entonces, tuvo que lidiar con ambos asuntos al mismo tiempo. Afortunadamente su esposa le ayudó a salir del pozo y ahora disfruta de la relación con Leslie (Ygritte en Game of Thrones) y los dos hijos que tienen.