Lo que muchos se preguntan en realidad con el caso de Geraldine Fernández Ruiz, quien dijo trabajar para la película ‘El niño y la Garza’ de Estudio Ghibli y quien dijo conocer a Hayao Miyazaki, es qué la motivó a arruinar así su carerra y su vida a punta de mentiras fácilmente detectables. Pues bien, aparte de las consecuencias para su salud mental, ya hay una para su vida profesional: Tecnoglass, empresa que la presumió ampliamente, le pasó su carta de renuncia.
Así fue como lo contó en una entrevista de Twich, donde ha confrontado las preguntas que tanto los streamers como quienes están indignados por su caso tienen contra ella, que era profesional en Diseño y Publicidad en la compañía y era la mano derecha de la jefa de comunicaciones de la empresa.
“Era. Porque con todo esto no me dio tiempo para explicar y para reunir pruebas contundentes y nada, mañana tengo que ir a recoger los ‘chiros’ que tengo en el escritorio”, expresó.
Te recomendamos: ¿Mitomanía? Qué es trastorno por el que señalan a ilustradora al “creerse sus propias mentiras”
Le preguntaron si la despidieron. Afirmó que le pidieron la carta de renuncia y que ella iba a hablar con su jefa, que no sabía si era para encontrar una solución.
Hay que decir que Christian Daes, dueño de la empresa, se desligó públicamente de ella al afirmar que todo era “producto de su imaginación”. Esto implicaría que ya no hay vuelta atrás.
Y al caído caerle: distribuidor de Ghibli confirmó que Geraldine Fernández jamás estuvo en esa película
La prueba reina era la que faltaba. GKIDS, que es la distribuidora en Estados Unidos de la película, confirmó que el nombre de Geraldine no aparece en la lista oficial de créditos del filme de Miyazaki.
Esto contradice, sino que aplasta, la versión de Fernández donde sostenía que ella sí había trabajado allí, solamente que todo era “confidencial” y que ella trabajaba freelance. No hay tal cosa, por ahora, que pueda probarse.