Abelardo Montoya, el entrañable personaje de Plaza Sésamo en México, recientemente generó revuelo en redes sociales al presentar a sus “primos” que viven en otras partes del mundo.
A través de X, antes Twitter, el emblemático loro verde de cabeza rosada y roja, y pico amarillo, compartió detalles sobre algunos miembros de su familia en una emotiva reunión virtual.
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El listado de primos presentados por Abelardo inició con Big Bird, su primo más grande y famoso, un pájaro amarillo gigante que reside en Sesame Street en Estados Unidos, la versión original de la franquicia.
El siguiente fue Pino, su primo de Países Bajos, del que dijo que aunque es “unos años menor que yo, ¡tenemos la misma altura!”.
La lista de parientes continuó con Minik Kuş, de Turquía, cuyo nido se encuentra “muy lejos”, y Poupas de Portugal, a quien Abelardo confesó que no ha tenido oportunidad de verlo en mucho tiempo.
Finalmente, cerró la presentación con Garibaldo azul de Brasil, quien a pesar de su apariencia que podría parecer aterradora, es “uno de los pájaros más simpáticos que conozco”.
Plaza Sésamo, la historia de Abelardo
Plaza Sésamo, la adaptación latinoamericana de Sesame Street, ha dejado una marca perdurable como la serie educativa más popular de todos los tiempos. Desde sus inicios en 1972 a través del canal 5 de Televisa en México, hasta su más reciente transmisión en el canal Azteca 7 de TV Azteca desde 2020.
En este universo colorido, uno de los personajes más queridos es Abelardo Montoya, quien inicialmente fue conocido como Serapio Montoya, primo de Big Bird de la Sesame Street original, este imponente loro de plumas verdes y rojas, y un pico amarillo, fue interpretado por Alberto Estrella (1981-1992), Eugenio Bartilotti y Jorge Hector Marquez Loeza (2004-presente).
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Abelardo, reconocido por su actitud siempre positiva y su preocupación por los demás, ha evolucionado a lo largo de los años. En 1992 hubo una modificación en su tono de voz, que pasó de ser agudo a un registro más bajo.
Este icónico personaje de la serie educativa no sólo ha entretenido a los pequeños espectadores con sus divertidas apariciones, sino que también ha transmitido valiosas lecciones sobre la amabilidad y el optimismo, dejando una huella positiva en el corazón de quienes crecieron disfrutando de las enseñanzas y la alegría de Plaza Sésamo.
