Recientemente, la famosa cantante Taylor Swift fue víctima de la Inteligencia Artificial luego de que se utilizara su imagen para crear falsas fotografías, entre estas, unas en las que aparece desnuda, es justo a este contenido al que se le conoce como ‘Deepfakes’.
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Es por este motivo, que el nombre de Taylor fue inhabilitado para su búsqueda, tanto en X (antes Twitter), como para Threads e Instagram, todo esto con el objetivo de detener la difusión de las fotos falsas de la famosa.
De esta manera, se tiene que, al colocar ‘Taylor Swift’ en cualquiera de las plataformas mencionadas anteriormente, los usuarios no obtenían ningún tipo de resultado relacionados con ella.
¿Qué son las ‘Deepfake’?
Según su traducción en español, es una “falsificación profunda”, es decir, contenidos falsos o manipulados que se construyen a base de la identidad de una persona, bien sea una fotografía, video o audio, para luego adulterarla a través de un software de Inteligencia Artificial.
Según lo indicado por Kaspersky, los ‘Deepfakes’ persiguen diversos fines que van desde lo político, hasta la amenaza o extorsiones. Aunque hay una nueva variante que se abre en el mundo del internet, se trata de la pornografía, tal como le sucedió a Yeri Mua, Taylor Swift y Rosalía recientemente.
Con todo esto lo que se busca es mostrar a los famosos o personas en general en una situación comprometedora, para dañar su reputación o imagen.
¿Cómo puedes protegerte de los ‘Deepfakes’?
Para nadie es un secreto que el manipular una imagen sin el consentimiento de la otra persona, es un delito, por lo que las autoridades de ciberseguridad son los primeros que empiezan a explorarlo. Asimismo, se tiene que, al igual que las noticias falsas, los ‘Deepfakes’ también se propagan de manera rápida en internet.
En este orden de ideas, lo principal que se debe hacer es identificar las fotos y videos manipulados con Inteligencia Artificial, luego notificar a la persona involucrada y preguntarle si dio su permiso para el uso de su imagen.
Tras haber comprobado esto, el siguiente paso es frenar la difusión del material, notificando en qué plataforma se encuentra el contenido para así poder hacer el chequeo.
De hecho, cada una de las redes sociales cuentan con diversas herramientas para poder reportar las publicaciones que no son consensuadas o que de una u otra manera afectan a los usuarios. Asimismo, los afectados pueden llevar a cabo otras acciones como hacer una denuncia con la policía cibernética o autoridades locales.