Akira Toriyama murió a sus 68 años el primero de marzo, pero hasta el 7 de marzo se anunció su muerte. Muchas niñas y niños que crecieron con él en Latinoamérica lloran por su partida, ya que hizo parte vital de su infancia y todavía de su adultez. Y ‘Dragon Ball’, su obra más conocida hizo parte de la historia de muchas niñas y mujeres que aman su obra con el corazón.
Porqué más allá de ser un ‘shonen’ (obra para niños), la obra de Toriyama en Latinoamérica muchas niñas en la década de los 90 también se sintieron atraídas por las transformaciones y las batallas épicas, por la candidez y fuerza de Gokú, por el corazón de pollo del orgulloso príncipe Vegeta (o el de Piccolo) y por las tramas que paralizaron países enteros. Y porque además, sus personajes femeninos tampoco desmerecían a sus contrapartes en la trama.
Así, Toriyama creó una obra fascinante, que enseñó a las niñas amantes de ‘Dragon Ball’ a ser fuertes y de paso, romper estereotipos de género.
Por qué las niñas latinoamericanas de los años 90 también aman tanto a ‘Dragon Ball’
Sus personajes femeninos están en todos los espectros
Bulma es la Tony Stark de su universo. Aparte de ser linda y millonaria, es supremamente inteligente, y también es vanidosa y coqueta, lo que la hace compleja. Además, jamás se casa con Vegeta, reafirmando su carácter independiente.
Milk, por su parte, es hogareña, pero también luchadora. Y para aguantarse a alguien como Gokú, hay que ser una santa. Launch, por su parte, con su doble personalidad, daba miedo y ternura, y Videl, siendo la versión más ‘moderna’ de todas, es una heredera, pero lejos de sus privilegios, combate el crimen y quiere ser más fuerte. Ninguna le temía a nada, lo que las hacía fascinantes.
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Número 18 mostró lo impensable: una mujer podía derrotar a un hombre
En la saga de los Androides, vemos por primera vez a Vegeta, tan arrogante y orgulloso, hecho pedazos por una mujer (hasta él se horroriza de que le hubiese ganado, destruyendo todo su machismo): la Androide 18, que lo supera en fuerza y llega a ser la del grupo de los Guerreros Z que los puede equiparar -aunque sea totalmente injusta la ventaja que tienen Gokú y compañía por ser saiyajines- en fuerza.
De hecho, tiene claras sus prioridades: gana el torneo por su dinero. Compite por el bienestar de su familia. Y su esposo no está asustado por su poder: Krilin está orgulloso de lo fuerte que es, cosa que incluso en ‘Dragon Ball GT’ se muestra cuando a él lo mata su propio cuñado y ella le grita a su hija para que huya. Al final, entre ella y Gokú matan a esa horrible versión de 17.
Los mismos personajes masculinos reconocen que aman a las mujeres fuertes
En Dragon Ball Súper, Toriyama honra a esas mujeres que no se amilanan ante nada en boca de sus mismos personajes. Cuando Bulma le pega a Jaco, por ejemplo, en un arranque de ira, causando el temor de Gokú y su propio esposo, este admite que así le gusta: “Los saiyajines somos parejas de mujeres fuertes”.
Gokú lo admite al ver el carácter de su esposa ahí también reflejado. Y en realidad, haciendo una revisión de todas las parejas de los hombres saiyajines, ninguna de ellas es una florecita sumisa.
Que existan mujeres que también son súper saiyajines lo cambia todo
Una pregunta que muchos tuvieron por años era si las mujeres saiyajines podían tener el mismo nivel de pelea de sus pares masculinos.
Y sí: en ‘Dragon Ball Súper’ Caulifla y Kale, del Universo 6, muestran un nivel de pelea que va a la saga de sus contrapartes del Universo Siete, mostrando que el poder es para todos sin importar su género. Es emocionante verlas convertidas en súper saiyajines.
Los personajes masculinos son amados por las fans de Dragon Ball porque son únicos
Asimismo, aparte de los personajes femeninos, los personajes masculinos, más allá de su evidente atractivo (Trunks fue el primer crush de muchas) tenían valores y cualidades que hacen que muchas los amen.
Que Piccolo cuide prácticamente a casi todos los niños de la familia de Gokú sin querer queriendo, que Vegeta sea orgulloso, pero el mejor hombre de familia de la saga, que Gohan sea cauto con su poder hasta que muestra su potencial, que Trunks del futuro siga luchando en medio de su desesperación y que Gokú, entre otros, siga siendo estúpido, pero adorable, pero el héroe que se necesita en los peores momentos, también cautivan a muchas mujeres que crecieron y que ven la saga por primera vez.
Rompió barreras de género: las niñas también podían pelear y ver series “para niños”
Para escándalo de muchas mamás de la época y de muchas monjas que hicieron conferencias vergonzantes sobre el “satanismo” de la serie, muchas niñas y adolescentes defendieron sus gustos con la serie.
Esto, porque mostraba peleas y heridas sin filtro. Porque sus batallas eran fascinantes y atrapaban, sin importar el género, para que uno apostara por el héroe. E impulsó a muchas niñas y mujeres, a la postre, a ser geeks y gamers en un mundo de hombres contra todo prejuicio.