Lyn May, nacida como Liliana Mendiola Mayanes, es una figura icónica del espectáculo en México, conocida por su talento como vedette, actriz y bailarina. Sin embargo, su carrera y vida personal también han sido marcadas por numerosas transformaciones estéticas que han generado tanto admiración como controversia.
Durante sus primeros años en la industria del entretenimiento, la vedette se destacó por su destreza en el baile que la convirtieron en una estrella en ascenso. En estos años, su apariencia natural y su carisma eran suficientes para mantenerla en el centro de la atención pública.
Con el paso del tiempo y la presión constante por mantener una imagen joven y atractiva, Lyn May recurrió a la cirugía estética. En sus propias palabras, buscaba mantener su figura y juventud para seguir siendo competitiva en el mundo del espectáculo. Sus primeras intervenciones fueron relativamente comunes, incluyendo rinoplastias y procedimientos de rejuvenecimiento facial.
Polémica de las inyecciones de aceite
Una de las transformaciones más notorias y trágicas en la vida de Lyn May fue el resultado de inyecciones de una sustancia que, según ha relatado, le aplicaron bajo la promesa de rejuvenecimiento. Estas inyecciones contenían aceite de bebé, una práctica peligrosa y no regulada que le causó severos daños en el rostro.
El uso de estas sustancias ilegales y no aprobadas médicamente derivó en deformaciones faciales que la han acompañado desde entonces. La propia Lyn May ha hablado abiertamente sobre el dolor físico y emocional que estas malas prácticas le han ocasionado, y su historia se ha convertido en un ejemplo de los peligros de someterse a procedimientos estéticos sin la supervisión adecuada.
Sin embargo, a pesar de los problemas que esto le generó, la vedette confesó que se ha sometido a más de 50 cirugías, entre las que destacan las del rostro, las del busto y se colocó rellenos de polímeros en los glúteos.
En los últimos años, Lyn May ha adoptado una actitud más abierta y franca sobre sus experiencias con la cirugía estética. Ha utilizado su plataforma para advertir a otros sobre los riesgos asociados con los procedimientos estéticos no regulados y para promover la aceptación de uno mismo. Además, ha seguido participando en el entretenimiento, adaptándose y reinventándose a lo largo de las décadas.
Recientemente, la vedette, de 71 años, reveló que se encuentra hablando con un especialista de Los Ángeles para lograr mejorar el aspecto de su cara y que incluso ya se encuentra eliminando algunas imperfecciones.
