Sofía Vergara, conocida principalmente por su papel en la comedia “Modern Family”, dio un giro notable al asumir el papel de Griselda Blanco en la nueva serie de Netflix, “Griselda”.
Este cambio de género ha sido un desafío significativo para la actriz colombiana, quien ha revelado que el proceso no solo ha sido un cambio en su carrera, sino también una experiencia emocionalmente desgarradora.
Sofía admitió en una reciente entrevista a Variety, que el papel de Blanco le causó un gran “pánico”. Así lo mencionó:
“Me puse ansiosa. Nancy me explicó que durante todo el día estaba matando, gritando y llorando, y que mi cuerpo no entendía que esas cosas no eran reales”
A diferencia de su trabajo en comedia, asumir el rol de Blanco requirió enfrentar escenas cargadas de violencia extrema y momentos de alta tensión, lo que resultó en un impacto emocional profundo.
Proceso de transformación
Para interpretar a Blanco, Vergara pasó más de tres horas diarias en maquillaje, que incluían prótesis faciales y maquillaje corporal. Esta transformación física fue solo una parte del desafío.
La actriz reveló que, durante las primeras semanas de filmación, sufrió insomnio y ansiedad, lo que la llevó a tomar Xanax para poder descansar y manejar el estrés asociado con el papel.
Sofía también enfrentó el reto de presentar a Blanco de manera auténtica sin caer en la romantización. La actriz se esforzó por representar a Griselda de manera realista, consciente de que no debía hacer que el personaje pareciera un héroe, dado su historial criminal.
A pesar de los desafíos, la actuación de Vergara en “Griselda” ha sido reconocida, con una nominación a los Emmy que subraya su habilidad para enfrentar nuevos retos en el mundo del drama.
Muchos fanáticos han mencionado que este papel marca un hito en su carrera, y destacan que demuestra su capacidad para manejar temas complejos y emocionalmente cargados con gran destreza.