La Estrella azul, película que se exhibe fuera de competencia en la Muestra World Highlights, resulta un acierto de Abraham González, gerente de programación del Festival Internacional de Cine de Monterrey 2024, haberla incluido para que el público se dé la oportunidad de conocerla.
Resulta tan emotiva y nostálgica que provoca que el espectador sienta empatía por el personaje principal llamado Mauricio (Pepe Lorente), y también cobijado por la generosidad y la sencillez de la humilde familia a la que el cantante llega en busca de encontrar algo más trascendental para las canciones que compone e interpreta en una banda de rock de España con mediano éxito, a decir del personaje.
La película está ambientada con gran realismo en los años 90 y muestra a un Mauricio Aznar Müller atrapado en una crisis creativa y amorosa, por lo que decide viajar a Argentina para reencontrarse con su vocación conociendo más del grandioso Atahualpa Yupanqui, de quien ha escuchado su música desde niño.
Una vez en el país sudamericano acude a don Carlos Carbajal, un anciano músico que, a pesar de ser autor de algunas de las canciones más famosas del folclore argentino, vive pasando apuros económicos, pero esto no le impide recibir con generosidad al músico de Zaragoza, España para mostrarle lo que sabe sobre la composición de la chacarera, un género musical y danza folclórica originaria de la provincia de Santiago del Estero, que se ejecuta tradicionalmente con guitarra, violín y bombo legüero.
El director Javier Macipe recurre a una narrativa donde siembra la duda si lo que se está viendo es una ficción o se trata de un documental, por ejemplo recurre en algunas escenas a mensajes que le deja Enrique Bunbury a Mauricio pidiéndole permiso para cantar Apuesta por el rock and roll ¿se basa realmente en la vida del protagonista o se trata de un recurso utilizado para disfrazar que es pura invención?, aunque en realidad esto no importa mucho, pues el filme es puro sentimiento.
La Estrella Azul resulta bella en muchos sentidos, pero me quedo con el planteamiento de ¿cuándo como sociedades latinoamericanas perdimos las grandes sabidurías de nuestros pueblos originarios? ¿Por qué dejamos de valorizar nuestro folclore y queremos parecernos a otros países “desarrollados”? ¿Cuándo dejamos de percibir la belleza que tiene nuestra música regional?
Podría decir más de la trama, pero es mejor que el espectador la descubra por sí mismo y se deje llevar por este conmovedor viaje de acercamiento que tiene el protagonista, el cual le permite descubrir la belleza de la música folclórica, conocer un lugar humilde donde encuentra el cariño de una familia unida, un país donde, a pesar de se un extraño, es aceptado, y como remate, darse cuenta que en Santiago del Estero la fama y el dinero son solo conceptos que no tienen mayor importancia.
Y como no es una película convencional, esa de fórmulas probadas que atraen a las mayorías, el final deja descorazonado al espectador y con el sabor amargo de que los genios siempre son menospreciados por la maquinaria del marketing en su búsqueda por los retornos de inversión exorbitantes, dejando a los artistas y sus obras en la frustración total, aunque lo esperanzador es que de vez en cuando surja un quijotesco personaje como Mauricio Aznar tratando de luchar contra molinos de viento para imponer su visión artística. Una maravilla cinematográfica que deberías darte la oportunidad de ver.
