Chespirito y Cantinflas son dos de los más grandes íconos del humor latinoamericano, cuyas carreras han dejado una marca imborrable en la comedia mexicana.
Mario Moreno, conocido como Cantinflas, y Roberto Gómez Bolaños, el creador de personajes inolvidables como El Chavo del 8, son recordados por su ingenio y carisma. Sin embargo, un misterio que persiste es por qué nunca colaboraron en un proyecto juntos, a pesar de las múltiples oportunidades.
La historia de su relación se remonta a 1968, cuando se propuso que el popular programa “El Estudio de Pedro Vargas” se transformara en “El Estudio de Mario Moreno”, con la inclusión de Chespirito en el elenco. Esta idea surgió en un contexto donde ambos comediantes ya habían alcanzado gran notoriedad.
Sin embargo, el proyecto no se concretó debido a que Cantinflas pidió un aumento considerable en su salario, solicitando un sueldo cinco veces mayor al estipulado. Esta decisión llevó a que la televisora decidiera no seguir adelante con el acuerdo, dejando a ambos artistas en caminos separados.
A pesar de la falta de una colaboración formal, Chespirito nunca ocultó su admiración por Cantinflas. En diversas entrevistas, mencionó que las películas del icónico personaje le habían influenciado profundamente. “Ahí está el detalle” fue citada como su comedia favorita, destacando cómo el humor de Cantinflas lo había impactado.
Legado que perdura
Por su parte, Cantinflas no se pronunció públicamente sobre Chespirito, pero al final de su carrera pudo observar el fenómeno que se convirtió “El Chavo del 8″ y “El Chapulín Colorado”, dos de los programas más exitosos de la televisión mexicana en los años 70.
Ambos artistas, aunque con estilos diferentes, lograron crear un legado que, según muchos fanáticos del mundo entero, sigue presente en la cultura popular de América Latina. Se menciona que su influencia en el humor se siente en generaciones posteriores.