Ocho años fue el tiempo que tardó en salir la demanda de divorcio de Angelina Jolie y Brad Pitt. En 2016, la pareja decidió poner un punto final sobre su relación y cada uno tomó rumbos distintos. Justo antes de que se terminara el 2024, el documento tuvo sentencia y ahora sí, legalmente están separados.
La pareja, que inició su relación en 2005 tras conocerse en el rodaje de Sr. y Sra. Smith, anunció su separación en septiembre de 2016, poniendo fin a una unión que incluyó matrimonio en 2014 y la crianza de seis hijos.
Las disputas por la custodia de sus hijos —tres biológicos y tres adoptados— fueron uno de los principales obstáculos que prolongaron el proceso.
Jolie acusó a Pitt de abuso físico y verbal durante un incidente en un vuelo privado en 2016. Aunque las autoridades investigaron las acusaciones y no se llegaron a presentar cargos, las tensiones entre ambos complicaron los acuerdos sobre la custodia.
Además, conflictos relacionados con sus bienes compartidos también prolongaron la batalla legal. La propiedad del viñedo Château Miraval en Francia fue un punto de discordia crucial. Jolie vendió su participación en la bodega en 2021 sin el consentimiento de Pitt, lo que derivó en una demanda por parte del actor, quien afirmó que la venta buscaba perjudicarlo.
El caso también enfrentó obstáculos legales, como el reemplazo de un juez privado debido a conflictos de interés, lo que añadió más retrasos.
Finalmente, en diciembre de 2024, tras años de disputas, la pareja llegó a un acuerdo definitivo. Este divorcio marca el fin de una era para dos de las estrellas más reconocidas del cine y subraya los desafíos que enfrentan incluso las parejas más poderosas cuando se trata de equilibrar familia, fortuna y fama.
