‘El Brutalista’, el drama de época de Brady Corbet con Adrien Brody, es una de las opciones favoritas para ganar el Oscar a Mejor película en la próxima entrega de los premios, por lo que no es ningún secreto de que es una de los filmes más monumentales de esta temporada de reconocimientos al cine.
Tras su triunfo en los Golden Globes 2025, Adrien Brody está listo para presentarse a competir una vez más en la ceremonia de los Premios de la Academia, luego de que saliera victorioso en 2003 por su interpretación en ‘El Pianista’ como ‘Władysław Szpilman’, siendo el actor más joven en recibir la estatuilla con tan solo 29 años.
Esta cinta escrita por Brady Corbet y Mona Fastvold narra los retos de László Tóth, arquitecto ficticio de origen húngaro que sobrevive al Holocausto y emigra a los Estados Unidos en busca de una mejor vida y dejar atrás todo el sufrimiento que le sembró la Segunda Guerra Mundial.
A la espera de los resultados de la entrega 97 de los Premios Oscars, tuvimos la oportunidad de charlar con Brody sobre los retos, impresiones y aprendizajes que dejaron en él su personaje de László Tóth, el cual le dio la oportunidad de volver a competir en la categoría de Mejor actor.
Lengua y acentos
Una de las principales características de este filme es que Adrien Brody se puso en contacto con sus raíces húngaras. Su madre huyó de su natal Hungría en la década de 1950, en medio de una revolución,y se estableció en Estados Unidos, experiencia que hizo conectar mejor al actor con su personaje.
Su herencia familiar, comentó Brody, facilitó interpretar mejor al protagonista húngaro, pues basándose en la forma de hablar de su abuelo materno logró acercarse al acento que buscaba para su personaje.
“Realmente quería encontrar un sonido y una calidad que fuera representativa de mi abuelo. Recuerdo las dificultades que tenía con su acento y los matices en la forma en que sonaba, y cómo se le complicaba encontrar una manera de canalizar eso.”
No obstante, el actor también considera que haber filmado parte de la película en Hungría para recrear la Pensilvania de tiempos de la posguerra fue un gran acierto para perfeccionar sus conocimientos y acento húngaro.
“Fue muy significativo y, definitivamente, en lo que respecta al dialecto, fue muy útil. Fue mucha presión hacerlo bien con todo mi equipo húngaro y todos los que estaban allí conmigo. Creo que también fue invaluable para mí estar rodeado de húngaros y escucharlo. Fue bastante útil para mí para mantenerme centrado y escuchar constantemente las inflexiones y ciertas cualidades”.
Creo que hay muchos aspectos de la experiencia de los inmigrantes que son bastante identificables y que todavía son un dilema y una dificultad para muchos.Trata sobre el racismo, el antisemitismo y todo tipo de cosas que deberíamos haber abordado más a fondo. Creo que es una película hermosa y compleja, y estoy muy agradecido de que hable a todos.”
— Adrien Brody, actor estadounidense
Experiencia artística
Al igual que en ‘El Pianista’, Brody interpreta en ‘El Brutalista’ a un superviviente del Holocausto que intenta salir adelante pese a las condiciones de destrucción y decadencia de su entorno, antecedente que también le ayudó a entender e interpretar mejor este tipo de historias.
“El hecho de que László en ‘El Brutalista’ soporte dificultades similares y el hecho de que estuviera dejando atrás lo que vivió en campos de concentración, presenciar la destrucción de Europa, la pérdida, y luego comenzar su viaje nuevamente. Creo que fue invaluable que yo hubiera interpretado ese personaje, y que hubiera ganado un grado de conocimiento para contar esta historia, que es realmente el viaje de un hombre que llega a los Estados Unidos con la esperanza de dejar todos los horrores de esa época atrás.”
De igual forma, su trabajo como pintor, también tuvo influencia en la comprensión de su personaje, pues Tóth, como arquitecto, tiene habilidades para el dibujo y expresa emociones e ideas a través de los diseños de sus edificios.
“Creo que la belleza de ser actor es que cuanto más experimentas, vives y encuentras, más comprensión y conocimiento tienes al incorporar esos sentimientos en los personajes que interpretas. Y tengo una gran conexión con eso en mis propios anhelos artísticos. Hay muchas, muchas cualidades con las que sentí que podía identificarme al interpretar a László, e incluso el camino de un actor es una búsqueda artística.”
Experiencia migrante
Además de superviviente y arquitecto, László es también migrante en búsqueda del sueño americano y empieza su estadía en Estados Unidos como obrero, como la mayoría de quienes, hasta el día de hoy, deciden cruzar la frontera.
La experiencia de millones de personas que han dejado su lugar de origen sigue repitiéndose hoy en día con las mismas complicaciones como la discriminación, elemento clave que Brody considera como uno de los principales mensajes de ‘El Brutalista’.
“Creo que hay muchos aspectos de la película, muchas de las esperanzas, sueños y anhelos que todavía son muy identificables hoy en día. Creo que hay muchos aspectos de la experiencia de los inmigrantes que son bastante identificables y que todavía son un dilema y una dificultad para muchos.Trata sobre el racismo, el antisemitismo y todo tipo de cosas que deberíamos haber abordado más a fondo. Creo que es una película hermosa y compleja, y estoy muy agradecido de que hable a todos.”
Para concluir, el actor protagonista señaló que el filme puede dar un mejor entendimiento de cómo el pasado no desapareció y sigue formando parte de nuestro presente, por lo que es relevante “encontrar soluciones y crear un mundo mucho más inclusivo”.
195 minutos
dura la película, siendo una de los filmes comerciales más largos de los últimos años junto a la saga de ‘Avatar’, ‘Los asesinos de la luna’ y ‘El irlandés’.