El actor británico Nick Moran, conocido por su papel como Scabior en las dos últimas películas de la saga de Harry Potter, fue sometido a una operación de emergencia tras ser diagnosticado con una condición médica que ponía en riesgo su vida de manera súbita.
La noticia, inicialmente difundida por su amigo y también actor Terry Stone, generó gran preocupación entre sus seguidores y el mundo del espectáculo. Stone reveló que Moran había comenzado con un aparente dolor de cuello, síntoma que resultó ser la manifestación de un problema mucho más grave y potencialmente mortal.
“Nick fue llevado de urgencia al hospital esta semana para una operación que le salvaría la vida, la cual podría significar que nunca vuelva a hablar o caminar. Oremos todos por la completa recuperación de Nick”, dijo a través de redes sociales.
La situación se tornó crítica rápidamente, llevando a los médicos a intervenir quirúrgicamente de urgencia. Según las declaraciones de Stone, existía un riesgo significativo de que Moran perdiera la capacidad de hablar o caminar como consecuencia de su condición.
Esta posibilidad añadió un elemento de angustia a la espera de noticias sobre el resultado de la operación. La gravedad del cuadro médico hizo temer lo peor, y la noticia de que una intervención aparentemente sencilla podría tener consecuencias tan devastadoras impactó a sus seres queridos y fanáticos.
Afortunadamente, tras la delicada cirugía, se confirmó que la operación salió bien; sin embargo, el actor sigue delicado. Esta noticia trajo un gran alivio a todos aquellos que habían estado pendientes de su estado de salud. Aunque el proceso de recuperación será largo, el hecho de que Moran haya superado el riesgo de perder funciones vitales fue motivo de alivio.
“No está en su mejor momento de salud, pero cuando salió de la operación pensé: Gracias a Dios”, comentó Terry Stone.
