Abril es el mes en el que nacieron dos de las voces más importantes de la música mexicana: el 19, Luis Miguel; y el 24, Alejandro Fernández.
Dos artistas que, aunque han tomado caminos distintos, comparten un legado poderoso en la cultura popular de habla hispana.
Ambos son hijos de cantantes: Luis Miguel, de Luisito Rey, un español que marcó su infancia tanto artística como emocionalmente; y Alejandro, de Vicente Fernández, el Charro de Huentitán, ícono de la música ranchera.


Sin embargo, cada uno construyó su propia historia: Luis Miguel desde el pop y las baladas románticas que lo llevaron al Olimpo desde su adolescencia, y Alejandro desde el ranchero tradicional, evolucionando hacia fusiones con el pop y la balada moderna.
Quizá nunca compartan un escenario, pero sus voces ya forman parte del mismo soundtrack emocional de todo un continente.
Luis Miguel: el Sol que brilló solo
Luis Miguel comenzó su carrera siendo un niño prodigio. A los 15 años ya llenaba estadios y ganaba Grammys. En los años 90 revitalizó el bolero con discos como Romance y consolidó su lugar como el gran crooner latino. Aunque también grabó mariachi con maestría en discos como México en la piel, siempre fue un artista de imagen cuidada y poco dado a las colaboraciones.
Alejandro Fernández: el Potrillo que rompió moldes
Alejandro, en cambio, se dio a conocer cantando rancheras con la potencia heredada de su padre, pero no tardó en buscar una identidad propia. Se arriesgó con sonidos pop, duetos con estrellas internacionales y una imagen más moderna. Su versatilidad le ha permitido llenar palenques y auditorios con igual éxito, acercándose a nuevos públicos sin dejar de lado sus raíces.
Encuentros y desencuentros
A lo largo de los años, se ha hablado de rivalidades y tensiones entre ellos. El caso más sonado fue en 2016, cuando se planeaba una gira conjunta que nunca ocurrió. Alejandro denunció públicamente que Luis Miguel no cumplió con lo pactado, incluso recurriendo a instancias legales. La gira, que prometía reunir dos estilos y públicos, se canceló, dejando una huella de desencuentro difícil de borrar. Pero también ha habido acercamientos. Ambos han reconocido en entrevistas el talento del otro y comparten el respeto por la música mexicana.
Aunque sus caminos rara vez se cruzan, representan dos caras del mismo amor por México: Luis Miguel desde la nostalgia elegante del bolero y el pop; Alejandro desde la pasión cruda del mariachi y la balada moderna.
Cumpleaños en abril
54 años cumplirá Alejandro Fernández.
55 años recién celebró Luis Miguel.