Ataques con ácido y con agua caliente —además de agresiones con armas punzocortantes— son las principales formas en las que atentan contra los curas en México. La Confederación del Episcopado Mexicano (CEM) recopiló decenas de casos de este tipo que se traducen, a la postre, en discapacidades para los sacerdotes que son víctimas de estos delitos. “Se perdió el miedo a Dios”, insisten.
#EspecialesPublimetro: Sin temor a Dios: narco a la caza de sacerdotes en México, los mutila para subir de rango
Los casos en los últimos años se han centrado en contra de obispos, clérigos, pastores que realizan misiones en municipios de difícil acceso e, incluso, de presbíteros que llevan años en sus comunidades, pero que ante la inconformidad de diferentes grupos criminales por las homilías que realizan en sus parroquias son blanco de este tipo de agresiones.
A esto se le suman casos de padres que han resultado heridos por pisar minas en estados como Michoacán, Guerrero y Tamaulipas o por balaceras entre grupos del crimen organizado en los últimos diez años, en donde son víctimas de los daños colaterales.
“Estos datos son evidentes por las denuncias en medios y redes sociales de los obispos al advertir las modalidades que realizan los delincuentes y que van mutando conforme lo exigen las necesidades de acopio de dinero que se obtiene de forma ilícita. Desafortunadamente, la cifra negra es superior a las denuncias presentadas”, reconoció la Conferencia del Episcopado Mexicano.
En la administración de Enrique Peña Nieto también hubo agresiones de todo tipo; por ejemplo, al interior de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México fue apuñalado un sacerdote después de oficiar la misa y, posteriormente, perdió la vida. En tanto, en el sexenio de Felipe Calderón se registraron ataques con ácido a varios curas en poblados de Tamaulipas.
Ante esta situación de violencia que padecen los curas mexicanos, han optado por retirarse las sotanas y cualquier ornamento de su actividad sacerdotal cuando viajan entre sus comunidades o asisten a una reunión de los municipios en donde tienen como encargo una Diócesis.
“Portar la indumentaria eclesiástica en estos momentos de la actualidad puede resultar contraproducente, pues a muchas personas les llega a incomodar el solo hecho de portarlas; puede haber agresiones verbales hasta físicas”, sostuvo un obispo auxiliar del estado de Guerrero, que prefirió omitir su nombre por temor a represalias.
Si bien la costumbre de portar a todos lados los ornamentos y hábitos ha perdido fuerza, aún existen religiosos, principalmente de la tercera edad, que portan las vestiduras por costumbre y devoción e, incluso, por identidad entre sus pobladores; centralmente en comunidades alejadas de las grandes urbes, donde se ubican parroquias.
Rezan a Dios no ser víctimas
Publimetro recorrió el municipio de Aguililla, en Michoacán, para constatar el nivel de amenazas y agresiones que vive a diario a la orden sacerdotal, en donde se comprobó la presión que ejercen, por ejemplo, las autoridades municipales, estatales y hasta el crimen organizado en contra de este sector.
Gilberto Vergara, párroco de la iglesia de Guadalupe en este municipio, confirmó que son amenazados de muerte, presionados a dejar sus comunidades y, en el peor de los casos, sufren atentados de todo tipo para resguardarse en sus iglesias y no salir a caminar sus comunidades.
#SinTemorADios: Difaman a sacerdotes después de la muerte, usan “ejército” de bots para desprestigiarlos
“Son diferentes tipos de violencia antes de llegar al asesinato, siempre con el objetivo de acallar nuestras voces, porque es a nosotros donde nos llegan todos los problemas. Te puedo decir que, si bien son diferentes causas, el origen siempre es el mismo: disputa de cárteles de la droga, tráfico de drogas y cuestiones políticas”, precisó el clérigo.
En esta zona han sido asesinados cuatro sacerdotes por su actividad pastoral de 1985 a la fecha, por haberse negado a oficiar un matrimonio e, incluso, por dar consejos a mujeres que sufrieron violencia doméstica.
Para acceder a este municipio se requiere manejar por seis horas, aproximadamente, desde el centro Morelia, recorrido en el que se tienen que sortear carreteras con múltiples baches, kilómetros de terracería, de cultivo y de parcela.
Una vez ahí, el padre Gilberto, quien se ha posicionado como un personaje clave en esta zona de la entidad por sus pronunciamientos para exigir un alto al fuego que padecen los pobladores por integrantes del crimen organizado, relata que han tenido que atrincherarse en los últimos meses, luego de que el poblado fuera liberado por las Fuerzas Armadas, tras estar un año secuestrado por narcotraficantes.
Pese a esta situación, el párroco ha erigido un memorial en honor a los desaparecidos y asesinados en la comunidad de Aguililla, al interior de la iglesia que comanda, con el objetivo de que no se olvide la violencia que permea a sus ciudadanos y que se refleje un S.O.S para las autoridades.
Impunidad en 80% de asesinatos
Ni las fiscalías estatales o la Fiscalía General de la República (FGR) han dado repuestas claras a este fenómeno; por el contrario, las investigaciones son irregulares y con grandes vacíos, coincidieron los párrocos que fueron entrevistados sobre esta ola de violencia en México.
Y es que más de 80% de los casos de asesinatos de párrocos, extorsiones, ataques y robos contra templos católicos no han sido resueltos; así lo sentenció el CEM y los centros de inteligencia que ha desplegado en varios estados del país.
“Antes, dentro de la iglesia a los sacerdotes no les sucedía nada de lo que pasaba fuera. Eran personas sagradas”, soltó el cura José de Jesús, exsubdirector de radio y televisión del Arzobispado de México.
La presidenta de la Comisión de Gobernación en la Cámara de Diputados, Cynthia López Castro, aseguró que las amenazas en contra de los ministros de culto han generado una tendencia al alza que perjudica a la iglesia mexicana y a la sociedad en general.
“Es inadmisible esta violencia. México se ha convertido en el país más peligroso para los sacerdotes, por eso hemos pedido que en la Cámara de Diputados se hable del tema y haya protección para los que ejercen este oficio”, sostuvo la legisladora.
En tanto, el senador José Alfredo Botello Montes, de la fracción parlamentaria del PAN, precisó que la zona de violencia que tiene inmerso a los párrocos es algo que no puede quedar ajeno a la Cámara alta, por lo que pondrán atención especial a este sector para dar contención a los religiosos del país.
“Es muy lamentable cada una de las denuncias que se han realizado sobre las muertes y cobros de piso a las iglesias; confío en que esto se pueda resolver a corto plazo y también legislemos para blindar a las personas que realizan una labor de este tipo”, declaró en entrevista.
Sacerdotes cierran iglesias, gastan en circuitos cerrados y ocultan su sotana
Ante la escalada de violencia que viven las iglesias, las personas religiosas de estos recintos han optado por blindarse con alarmas, diversos elementos de seguridad y han destinado una parte del presupuesto con el que cuentan para contratar a veladores.
La Conferencia del Episcopado Mexicano no se ha quedado atrás ante los reclamos de los pastores y presentó en 2018, a nivel nacional, sus Protocolos Básicos de Seguridad Eclesial para Personal y Recintos Religiosos.
“Está dirigido particularmente a quienes por su labor pastoral están expuestos, como los obispos, sacerdotes, religiosos, agentes de pastoral, directores de institutos, de colegios, de conventos o cualquier otro espacio religioso; parroquias, capillas, oficinas diocesanas, seminarios, y laicos en general”, precisó el CEM.
Misa con chaleco antibalas
El padre Gregorio ha sufrido varios ataques e intentos de asesinato, por lo que en 2016 se puso un chaleco antibalas para llevar a cabo una misa. La imagen dio la vuelta al mundo.
Párrocos desaparecidos:
- Los sacerdotes desaparecidos son otro problema que no ha podido atenuar el gobierno mexicano.
- Sacerdote Santiago Álvarez, de la diócesis de Zamora, desapareció el 29 de diciembre de 2012. A la fecha, nadie sabe nada.
- Carlos Ornelas Puga, desapareció el pasado 3 de noviembre de 2013. Tampoco se tiene conocimiento de su paradero.
Curas agredidos de 2018 a 2021
1. Eulogio Espinoza Nájera, vicario de la parroquia de La Resurrección del Señor en la colonia Las Quintas, de Hermosillo, Sonora. Fue herido con un arma de fuego.
2. Ambrosio Arellano Espinoza, de 78 años, fue víctima de un ataque y tortura en un aparente robo.
3. Sacerdote jesuita Raúl Cervera Milán fue emboscado y atacado a balazos por desconocidos en Huayacocotla, en la sierra norte del estado de Veracruz.
4.Clérigo Roly Candelario Piña Camacho fue secuestrado, herido con arma de fuego y abandonado sobre la carretera México-Puebla a la altura del municipio poblano de Santa Rita Tlahuapan.
5. El padre Osvaldo Ával, celebraba misa en la Parroquia de Santiago Apóstol, en el municipio de Ario de Rosales Michoacán, cuando fue agredido por un sujeto.
6. El obispo de Tacámbaro Gerardo Díaz Vázquez, a través de un comunicado, expresó que fue agredido por personas desconocidas.