La sexualidad, el placer y sobre todo los juguetes para adultos, son de los temas más estigmatizados, pero a propósito del Día del Juguete Sexual, la psicoterapeuta Livier López aclara: “tienes derecho al placer, a vivir la sexualidad libre de violencias o presiones (…) y los juguetes sexuales pueden ser una excelente herramienta o vía para conocerte mejor, explorar tus sensaciones”.
Fuera de las necesidades fisiológicas necesarias para sobrevivir como respirar, comer o dormir, otra actividad natural para el ser humano es la sexualidad, que por mucho tiempo ha sido estigmatizada y envuelta en tabúes.
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Para abordar este tema y educar sin tabúes sobre sexualidad, desde 2010 se instauró el 4 de noviembre como el Día del Juguete Sexual en Estados Unidos, aunque en 2018 seis fabricantes de juguetes sexuales de todo el mundo acordaron celebrar el Día Internacional de los Juguetes Sexuales el 30 de mayo.
Al margen de la fecha, especialistas se han dado a la tarea de darle difusión al tema, con el objetivo de promover una vida sexual sana.
La lista de productos de juguetes sexuales es amplia y a veces es complicado saber para qué se usan, mientras que los mitos alrededor de lo que significa tener una vida sexual sana impiden buscar información al respecto. Por esta razón, te presentamos los tipos de juguetes sexuales que existen, sus usos y la opinión de una sexóloga para abordar el tema.
¿Sabías que la historia de los juguetes eróticos se remonta a las civilizaciones antiguas, siendo herramientas para acompañar el acto sexual y lograr el placer en las comunidades de la antigüedad desde perspectivas místicas y espirituales?
El dildo más antiguo encontrado en la historia del hombre data de la era paleolítica y fue encontrado en 2005 en la región de Hohle Fels, Alemania. El artefacto tiene relieves tallados y sus medidas son de 20 centímetros de largo y 3 de ancho.
Otras culturas crearon herramientas utilizadas para el acto sexual con materiales de cuero, cera, madera y hasta piedra. En la actualidad, existe una gama de distintas formas, colores, texturas y materiales de juguetes sexuales que han evolucionado para dar placer a solas o en compañía.
Los especialistas en juguetes eróticos estudian aspectos básicos del desarrollo: el material, medidas, la forma, textura, su ergonomía, los costos y a quién va dirigido cada uno de los artefactos para cumplir el objetivo del producto y satisfacer a quienes los adquieran.
Es importante saber que al hablar de juguetes sexuales no solo son los tan conocidos ‘dildos’, existen varios tipos de ‘amigos’ que pueden variar en tamaño, forma, color y objetivo. Si te interesa saber cuál es tu juguete sexual ideal, Platanomelón tiene un test para que salgas de dudas.
Tipos de juguetes sexuales
- Dildos
Objetos generalmente con forma fálica que no vibra y actualmente existen de diferentes tamaños y con texturas diversas para lograr sensaciones diferentes.
- Vibradores
Con diversas formas y puntos estratégicos que vibran gracias a un motor eléctrico de rotación con un objeto contrapuesto en el eje central que se ubica en el interior del objeto. Algunos tienen diferentes grados de intensidad de vibración y ritmos. La mayoría de los vibradores son ‘contra agua’.
- Conejitos
Podría considerarse como vibrador, aunque merece una mención especial, ya que la característica principal de este juguete es que tiene unas ‘orejas de conejo’ que ayudan a estimular el clítoris mientras el resto se encarga de la zona G. Existen modelos de diferentes tamaños y formas.
- Bombas
También son llamadas ‘bombas de vacío’ y son mini aspiradoras que funcionan de forma manual o con batería para succionar el pene, clítoris, vulva o pezones. Las bombas hacen que la sangre se acumule en esa zona del cuerpo para aumentar la sensibilidad. Las bombas ayudan a lograr una mejor erección y algunas son diseñadas exclusivamente para personas con disfunción eréctil, trastorno de excitación genital y disfunción orgásmica.
- Mangas (stroker)
Son tubos suaves en donde se introduce el pene, existen de diferentes tamaños y con texturas diversas. Algunas incluso vibran y succionan. También existen masajeadores especiales para personas intersexuales o para hombres trans que se encuentran en terapia de sustitución hormonal.
- Anillos para el pene
Se colocan en el escroto o el pene para hacer que circule la sangre de manera más lenta cuando haya erección, logrando mayor sensibilidad y una erección que dure más tiempo. Son hechos de materiales suaves y flexibles como silicona, cuero o plástico; algunos tienen broches para lograr un buen ajuste. Existen modelos con vibrador incluido para estimularse durante la penetración. Se usan para restringir el paso de sangre y aumentar la sensibilidad del pene, aunque no se recomienda usarlo más de 30 minutos. También se pueden colocar en dildos introducidos en un arnés.
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- Succionador de clítoris
El poder de este juguete ha ido evolucionando para lograr el máximo placer en la zona que es considerada por muchos sexólogos, la más sensible del cuerpo femenino. El chiste de este ‘amigo’ es succionar con ayuda de un motor de rotación, añadiendo presión en diferentes puntos.
- Juguetes anales (plugs)
Son artefactos que ayudan a la dilatación y preparan la zona para la penetración mientras se está ocupado en otras zonas. Algunas personas lo usan como accesorio sensual, ya que existen varios diseños, aunque es una buena opción si se quiere iniciar en el sexo anal y disfrutar de sensaciones distintas. El mercado cuenta con diferentes tamaños de plugs, diseños, texturas y materiales. Un derivado de los plugs son las bolas tailandesas, una cadena de bolas de diferentes tamaños que son útiles al incursionar por primera vez en el sexo anal; hay modelos ergonómicos que se adaptan al cuerpo. También existen los ‘estimuladores prostáticos’ que estimulan al punto P masculino ubicado en la zona de la próstata y del perineo.
- Bolas chinas (bolas Ben Wa, de geisha, de Kegel o esferas vaginales)
Son objetos redondos que se introducen al cuello de la vagina para fortalecer los músculos pélvicos, con los famosos ‘ejercicios de Kegel’ que tonificar el suelo pélvico. Normalmente, las bolas de Kegel son pesadas, por lo que se necesita apretar constantemente la vagina para que se mantengan dentro de tu cuerpo.
Algunas son huecas y contienen bolas más pequeñas adentro que ruedan y rebotan con el movimiento, creando una sensación de movimiento dentro. Aunque no es como tal un juguete sexual, a algunas personas les gusta la sensación de tenerlas dentro durante las actividades cotidianas. Para hacer ejercicios de Kegel no es necesario tener bolas chinas.
- Arneses sexuales (strap on)
Es una prenda que al ponerse sostiene una funda para el pene, un dildo u otro juguete sexual contra tu cuerpo. Existen modelos que son similares a la ropa interior o suspensorios y otros que se ajustan a los muslos y cadera.
Publimetro México conversó con Livier López, psicoterapeuta mexicana con especialidad en sexología, sobre el significado del acto sexual y el uso de juguetes sexuales como parte de una vida sexual sana.
¿Qué significa tener una vida sexual sana?
— Es disfrutar de tu cuerpo, ser consciente de él y cuidarlo, cuidarte a ti mismo como persona y a tus parejas o vínculos. Tener presente que tienes derecho al placer, a vivir la sexualidad libre de violencias o presiones, y a decidir lo que mejor te conviene para tu plan de vida. Y por supuesto, acudir regularmente con profesionales de la salud física, psicológica y/o sexual.
¿El acto sexual tiene que ser siempre con una o más personas?
— El acto sexual puede ser hasta con uno mismo. Y de ahí en más, cada persona decide con quién o quiénes compartir.
¿Está mal usar juguetes sexuales?
— Al contrario, puede ser una excelente herramienta o vía para conocerte mejor, explorar tus sensaciones, qué te gusta y qué no, cómo y dónde te gusta; para posteriormente saber comunicarlo a tu pareja o parejas, si fuera necesario, y así fortalecer el vínculo erótico.
¿Cuál es la frecuencia ‘ideal’ para usar juguetes sexuales?
— No hay un parámetro ideal, depende de las necesidades de la persona. En todo caso, las señales de alerta es su uso sería dejar de hacer cosas que antes disfrutabas, o abandonar responsabilidades (como dejar de ir a trabajar por usar los juguetes), o cuando el encuentro en pareja ya no es satisfactorio, o no puedes dejar de pensar en los juguetes. En estos casos, es importante acudir con un/a sexólogo/a. Si no sucede nada de eso, no hay nada de que preocuparse en la frecuencia de su uso.
¿Los juguetes sexuales pueden llegar a suplir el contacto sexual con otra persona?
— Para nada, al contrario, puede ser divertido compartirlo con la pareja, no sustituir uno por otro. Es importante identificar la función o ‘los pros’ de cada uno, y saber equilibrarlos.
¿Es sano compartir el uso de juguetes sexuales en pareja?
— ¡Claro! Siempre y cuando haya higiene en su uso, hay jabones especiales para su limpieza, y en su caso, usar algún elemento de barrera (como un condón) cuando estén en contacto con fluidos.