Hoy en día, nada de lo que haces en tu vida profesional y personal se encuentra como lo planeas, quizás sea una señal del Universo para mejorar tu balance energético. Las energías negativas, la sensación de pesadez y la mala suerte suelen apoderarse de tu persona, de tu hogar y hasta de los que ahí habitan.
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Por fortuna, la naturaleza será una gran aliada para neutralizar esto qué pasa, ya que algunas de soluciones que ofrece son el limón y la sal de grano, ambos se ocupan en amuletos fáciles de realizar para alejar la mala suerte.
Para la antigua filosofía china del Feng Shui, estos elementos milenarios usualmente ayudan a alejar la mala vibra y recoger la energía baja de los espacios. La sal de grano sirve para cortar la envidia, la mala surte, así como quitar los obstáculos negativos del camino.
En tanto, el limón es un repelente natural de las vibraciones negativas. Aparte se le atribuye la capacidad de potenciar la abundancia, atraer la riqueza y el dinero.
Ahora bien, si lo que deseas es retirar toda la negatividad de tu camino y hogar, debes realizar estos sencillos, pero efectivos amuletos:
- Amuleto de limón y sal marina contra la envidia
Este ritual resultará muy efectivo para limpiar tu hogar de malas vibras y envidias. Primero, corta tres limones en forma de cruz —sin abrirlos por completo— luego, coloca sal marina dentro de ellos. Ubícalos donde se perciban las malas energías para retirarlos a los nueve días y tirarlos directo a la basura.
- Amuleto con sal marina para alejar la mala suerte
Para alejar la mala suerte, solo bastará con colocar tres puñados de sal marina en un recipiente de cristal o cuencos a la entrada de tu casa u oficina. Dichos espacios deben encontrarse en total limpieza. Después de 72 horas deséchala y reemplázala por sal nueva.
- Amuleto con limón y sal para atraer la abundancia
Para limpiar y despejar de tu camino profesional, el ritual más efectivo es un baño de manos con limón y sal de grano — al igual funciona con sal del Himalaya— primero lava tus manos como habitualmente lo haces. Posteriormente, toma un puño de sal sobre la palma de tu mano, exprime un limón sobre ella y frota la mezcla sobre ambas manos.
Deja reposar cinco minutos, enjuaga con agua fría y coloca pequeñas gotas de miel sobre tus manos, la cual debe impregnarse en tu piel.