La Luna es una permanente objeto de fijación para la humanidad desde el inicio mismo de la raza humana. No en vano la Agencia Espacial de la NASA ha fijado como una de sus metas más importante y ambiciosas volver a este astro. Pero hay una inconcebible teoría que plantea la posibilidad de que en realidad ese satélite es una nave alien. Hoy les presentamos la teoría Vasin-Shcherbakov.
La Luna, desde que la astronomía inició prácticmaente ha concebido a este objeto como nuestro satélite natural. Determinando a través de diversos métodos científicos su intervención en varios fenómenos de nuestro planeta y el propio Sistema Solar, como su influencia en las mareas, sus misteriosos cráteres y su constante presencia en el cielo nocturno.
Es así como desde hace siglos, milenios en realidad, la Luna ha inspirado mitos, leyendas y un sinfín de preguntas. Pero entre las más intrigantes vertientes encontramos a la teoría Vasin-Shcherbakov, una propuesta que desafía la visión convencional de la Luna y la convierte en algo mucho más, peculiar, podríamos decir.
Lo que hoy vamos a compartirles es buena medida una pieza de historia antigua que bien podría considerarse como material propio de una historia de ciencia ficción. Pero en realidad en su momento fue un planteamiento de genuina inquietud científica.
La Luna como un astro de origen alien y artificial: la teoría Vasin-Shcherbakov
En el año de 1970, los ingenieros soviéticos Alexander Shcherbakov y Mikhail Vasin publicaron un artículo en la relativamente reconocida revista Sputnik, (vía Biblioteca Pleyades) bajo el título de Is the Moon the Creation of Intelligence? que sacudió los cimientos de la ciencia espacial.
En el artículo ambos autores proponían que la Luna no era una formación natural como el resto de cuerpos que conforman nuestro Sistema Solar y la galaxia misma, sino que se trataba en realidad una nave espacial gigante hueca creada por una civilización extraterrestre avanzada.
En otras palabras, la Luna era una nave alien y los ingenieros presentaron algunas piezas de “evidencia” para sustentar su teoría. Aunque la mayoría de ellas eran en sí una serie de observaciones que, según ellos, solo podían explicarse si la Luna era una nave espacial artificial:
- La composición inusual de su cuerpo: ya que según argumentaban la Luna es mucho más ligera de lo que debería ser si se hubiera formado a partir del material sobrante de la colisión que dio origen a la Tierra.
- Su resonancia orbital: La Luna orbita la Tierra en una resonancia 1:1, lo que significa que gira sobre sí misma una vez por cada vez que orbita la Tierra. Esta sincronización, según Vasin y Shcherbakov, no es casual, sino que sólo podría ser resultado de un control artificial utilizando tecnología avanzada fuera de la comprensión humana.
- Su ausencia absoluta de actividad tectónica: A diferencia de la Tierra, la Luna no presenta actividad tectónica, lo que para los autores indicaba que su estructura interna es artificial y no está sujeta a los mismos procesos geológicos que nuestro planeta.
Obviamente desde el momento mismo en que fue presentada la teoría Vasin-Shcherbakov fue duramente criticada por la comunidad científica y hasta nuestros días esa paliza infinita contra sus postulados se mantienen con algunos detalles un tanto irrefutables.
La falta de pruebas sin evidencia física que respalde las ideas postuladas, las complejidades a nivel tecnológico y de ingeniería que implicaría construir una nave del tamaño de un planeta pequeño y la forma en que sesga o reinterpreta algunos postulados físicos básicos y la poca evidencia real existente son los principales puntos de los que cojea esta idea.
Pero eso no ha evitado que tenga un alto impacto en la cultura popular de finales del siglo XX y el actual. Desde la saga de Star Wars, pasando por la novela 2001: Odisea del espacio de Arthur C. Clarke, la cinta Moonraker de James Bond, varios episodios de Doctor Who y hasta los juegos de Halo.
En conclusión, podríamos argumentar, bajo la más concilidadora de las perspectivas, que la teoría Vasin-Shcherbakov, aunque controvertida, ha abierto la puerta a nuevas ideas sobre la Luna y nuestro lugar en el universo.
Pero encontramos curioso que en pleno 2024 se haya convertido nuevamente en una tendencia de interés para la comunidad web global.