La Fiscalía General de la República (FGR) identificó que el tráfico de armas de fuego en la frontera sur de México se debe a la falta de control, además reconoció deficiencias en la investigación para rastrear los artefactos, lo cual advirtió a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en un estudio confidencial –revelado por Guacamaya Leaks– de septiembre de 2019.
Esto ocurre en el contexto de una segunda demanda interpuesta en tribunales de Estados Unidos por el gobierno mexicano contra empresas armamentistas estadunidenses. El argumento de las autoridades nacionales es que las compañías juegan un papel importante en la problemática referida.
“Diagnóstico situacional sobre la problemática del tráfico y aseguramiento de armas en México”, es el nombre de dicho documento realizado por el área de inteligencia de la FGR: el Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (Cenapi).
En la capacidad forense institucional para el rastreo, la FGR enlistó cuatro inconvenientes: inexistencia de protocolos para la obtención de la huella balística en los artefactos asegurados o recolectados en el Programa de Canje; desfase en el ingreso de datos al sistema; tres estados sin conectividad a la Red Nacional de Huella Balística; y carencia de una base de datos con registros nacionales consolidados.
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Respecto a los factores que inciden en el tráfico de armas, el estudio –revisado por Publimetro– señala una falta de control en los 10 cruces fronterizos del sur; mientras, en los 22 cruces fronterizos del norte apunta al tráfico hormiga y al mayor flujo de transporte de carga.
El flujo ilícito de los artefactos de fuego –precisa la FGR– es principalmente por desvíos en la producción y venta de estos. Entre diciembre de 2012 y junio de 2019 se aseguraron en México 61 mil 451 armas, 34 mil 758 largas y 26 mil 693 cortas.
Según el mencionado documento, Tamaulipas –14 mil 217–, Michoacán –seis mil 446–, Guerrero –cuatro mil 883–, Sinaloa –cuatro mil 664– y Ciudad de México –cuatro mil 196– fueron las entidades con el número más alto de confiscaciones.
Cárteles mexicanos identificados
El estudio confidencial filtrado por Guacamaya Leaks –luego del hackeo a Sedena– de igual forma muestra un rastreo de armas aseguradas a siete cárteles mexicanos: Caballeros Templarios, Cártel del Pacífico, Carrillo Fuentes, Los Zetas, Cártel del Golfo, Cártel Jalisco Nueva Generación y Santa Rosa de Lima.
Los artefactos confiscados provienen en su mayoría de California, Arizona, Nuevo México y Texas; sin embargo, aparecen 36 entidades norteamericanas. Cártel Jalisco Nueva Generación y Carrillo Fuentes figuraron como las organizaciones delictivas con más armas de fuego vinculadas tras la investigación.
