La delincuencia organizada utiliza la corrupción como medio facilitador de sus actividades en México, además sus labores e influencia continúan extendiéndose, advirtió la Junta Interamericana de Defensa (JID) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en un estudio realizado por la propia entidad perteneciente a la Organización de Estados Americanos (OEA).
“Informe sobre nuevas amenazas presentes en el hemisferio occidental”, es el nombre de dicho análisis de la JID, al cual tuvo acceso Publimetro gracias a los documentos filtrados en los Guacamaya Leaks. Fue enviado –en diciembre de 2021– a diversos departamentos de la Sedena por el teniente coronel Arturo Huazo Lira, integrante de la agregaduría de defensa, militar y aérea de la embajada mexicana en Estados Unidos.
El estudio también destaca que el mayor reto para la seguridad interior de México es la delincuencia organizada transnacional, pues atenta contra las instituciones de la nación, la gobernabilidad y el Estado de Derecho. Asimismo, agrega el texto, los grupos delictivos han encontrado oportunidades y facultades específicas para su operación en el desarrollo de nuevas tecnologías.
“El presente informe, tomado de una muestra regional de nueve países del hemisferio, nos permite ver el panorama actualizado de las principales amenazas tradicionales o emergentes que tienen un fuerte impacto en la seguridad pública de los Estados y la participación de las fuerzas armadas en las estrategias gubernamentales de defensa y seguridad, que se han puesto en práctica para reducir sus efectos”, explica la JID en el documento.
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La expansión del crimen organizado trasnacional en el continente americano se debe a la corrupción y al narcotráfico, asevera la Junta Interamericana de Defensa. Esto –abunda la entidad de la OEA– representa una constante amenaza a la seguridad global.
De igual forma, el análisis apunta que el tráfico ilícito en el hemisferio occidental no recibe castigos legales suficientes, y los aplicados no llegan a las cabezas de la delincuencia organizada. Como consecuencia de ello, no se logra afectar a los grupos delictivos.
“La falta de estándares en la lucha contra el crimen organizado nacional e Internacional, la ausencia de políticas de cooperación hemisférica desde la perspectiva de la inteligencia criminal, contribuyen a la aceleración del fenómeno criminal, lo que enfatiza la necesidad de realizar acciones conjuntas contra el crimen organizado”, concluye el informe recibido por la Sedena.