San Juana Pacheco falleció el miércoles 16 de febrero y su familia tenía claro que su última voluntad era ser sepultada; sin embargo, una serie de errores de la clínica donde murió y del personal de una funeraria de la ciudad de León, les entregaron el cuerpo de otra mujer.
San Juana Pacheco, una mujer de 72 años que falleció a causa de un choque séptico en el corazón a las 10:15 a.m y su cuerpo fue cremado.
De acuerdo con información de La Silla Rota Guanajuato, Lucy Pacheco, hija de San Juana, comentó que el personal médico había cometido más de un error, pues aseguraron que la causa de su muerte se debía por una neumonía a causa de Covid-19; sin embargo, contaban con los resultados negativos de la prueba.
Pese a eso, el certificado de defunción de la señora reporta que la causa de muerte es por covid; uno de los motivos por los que los cuerpos son cremados.
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Los familiares de la señora Pacheco querían respetar su última voluntad, por lo que contrataron el servicio de la funeraria San Judas Tadeo para velarla y sepultarla.
Pero el dolor al que se enfrentó Lucy sería aún mayor. Ella había pedido ver el cuerpo de su madre por última vez antes de salir de la clínica, cuando el personal de la funeraria abrió el ataúd y el cuerpo de San Juana no estaba ahí, era el de otra mujer. Lucy no pudo despedirse de su madre.
Lucy no iba a rendirse en la busqueda del cuerpo de su mamá. Al bajar al congelador de la morgue le informaron que ya no había más cuerpos ahí y que habían entregado el cuerpo de su madre más temprano.
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Con dicha información, los familiares acudieron a la funeraria San Rafael, quien según un guardia de la clínica habrían sido los responsables de llevarse el cuerpo de la difunta y confirmaron la cremación.
¿Cómo ocurrió el error?
Para poder incinerar los cuerpos, las funerarias deben contar con el permiso de los familiares, así como el del Centro de Salud y el Registro Civil, que debe asegurar el fallecimiento, causas y presentar el certificado de defunción.
Sin embargo, la funeraria no contaba con dicho permiso del Registro Civil, pese a que se defienden argumentando que un abogado se los otorgó vía telefónica.
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Los trabajadores se equivocaron en el orden de la documentación de los cuerpos entre las dos fallecidas, además de que toman la autorización de la cremación vía telefónica, sin contar con un documento que avale la decisión.
Lucy y su familia interpusieron una demanda con el No. de carpeta 17730 y el folio 32877 ante el Ministerio Público el 17 de febrero.
