Un tumor ovárico de 21 kilogramos impedía que la señora Hilda, de 60 años, realizara sus actividades cotidianas, entre ellas continuar con sus paseos en motocicleta, pero tras una operación llevada a cabo por especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la mujer pudo recuperar su estilo de vida.
La cirugía se realizó en el Hospital General de Zona (HGZ) No. 21 de León, Guanajuato, en donde se usaron todos los recursos disponibles para realizar la operación que se prolongó por seis horas, relató Daniel Alejandro Cantú Pedroza, cirujano oncólogo del hospital.
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“La paciente acudió a consulta de primera vez por una tumoración pélvica, fue sometida a estudios de imagen y laboratorio ante la sospecha de una entidad maligna al ser una de las principales causas el cáncer de ovario, pero se trataba de un tumor dependiente de ovario y con baja sospecha de malignidad”.
El médico recordó que entre los factores de riesgo para desarrollar tumores están la edad, obesidad, tabaquismo y falta de actividad física principalmente, pero en específico para los tumores de ovario son las alteraciones hormonales de la mujer.
Aunque al inicio no causan síntomas, su crecimiento paulatino generan oclusión intestinal, alteraciones en el tránsito evacuatorio o problemas para la buena digestión.
Arturo Reyes Hernández, jefe de Cirugía del hospital, dijo que desde la primera atención la señora Hilda se movilizaron las áreas de asistencia médica, laboratorio, camilleros, enfermería, radiólogos y diferentes especialistas.
“Cada uno hizo su trabajo para realizar este tipo de procedimientos y llegar al diagnóstico y posteriormente a una intervención quirúrgica minuciosa, necesarios para esta clase de patologías. A la paciente se le realizaron marcadores tumorales muy especializados en laboratorio, tomografías con medios de contraste en rayos X, análisis por anestesiología, entre muchas otras acciones”.
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Por el tamaño del tumor, la señora Hilda ya no podía dormir, ni alimentarse correctamente, incluso pudo haber crecido más la tumoración y generar afectaciones mayores a su calidad de vida. Además de que el pronóstico inicial era incierto, esto debido a que estaban involucrados grandes vasos sanguíneos que comprimía la aorta y se debía tener mucho cuidado con la disección.
Gerardo Barajas, jefe de Quirófanos y Anestesiología, añadió que la paciente llegó a presentar compromiso hemodinámico pulmonar, en caso de no haber recibido atención adecuada y oportuna estaba en riesgo su vida.
“Me sentía sofocada y no podía hacer bien del baño, me hicieron todos mis estudios y al principio me dijeron que tenía líquido, pero luego vieron que era un tumor. Nunca me imaginé que era tan grande, pensé que solo eran líquidos cuando no podía caminar bien o me agitaba muchísimo, ya no podía andar en moto”, narró la señora Hilda.
Y añadió: “Estoy más tranquila porque antes me daban dolores muy fuertes que me llevaron al servicio de urgencias. La atención fue muy buena, todos muy amables, me trataron muy bien, estuvieron al pendiente de todo lo que me pasaba. Son muy sabios en esto, atienden muy bien. Me gustaría darles las gracias en persona a todos porque me atendieron bien”.
