Las celebraciones religiosas en honor a San Judas Tadeo, el pasado 28 de octubre, provocaron una grave degradación de la calidad del aire en León debido a la detonación excesiva e ilegal de pirotecnia. A pesar de esta situación, no se reportaron detenciones ni se levantaron actas administrativas.
Desde la medianoche del lunes, la detonación de cohetes fue constante y se prolongó durante todo el día. Los datos de la estación de monitoreo de calidad del aire de la Secretaría de Medio Ambiente revelaron un impacto significativo, clasificando la calidad del aire como mala.
La ciudad cuenta con tres puntos de monitoreo: la Facultad de Medicina, Ciceg y T-21. El mediodía del lunes, las estaciones de la Facultad de Medicina y Ciceg registraron una calidad del aire mala. La estación T-21, incluso hasta el martes 29 de octubre, mantuvo esta clasificación, lo que llevó a las autoridades a recomendar evitar actividades al aire libre y reducir el uso del automóvil.
Falta de regulación en el uso de pirotecnia en festividades religiosas
Actualmente, los únicos operativos municipales para restringir el uso de pirotecnia se llevan a cabo durante las fiestas patrias en septiembre. Sin embargo, en celebraciones religiosas como el 28 de octubre o el 12 de noviembre, no existen medidas que prohíban la detonación de cohetes.
De enero a septiembre, la Secretaría de Seguridad Pública reportó el decomiso de 76 kilogramos de pirotecnia. Para la quema legal de fuegos artificiales, se requiere un permiso gestionado por Protección Civil con la supervisión de la Sedena, con una solicitud que debe presentarse 15 días antes del evento. No obstante, no hay registros de solicitudes para las recientes fiestas religiosas, lo que indica que todas las detonaciones ocurridas en zonas urbanas y rurales fueron ilegales.