Hoy, 31 de diciembre de 2024, marca el final de una era en la Fiscalía General de Guanajuato con la salida de Carlos Zamarripa Aguirre, quien estuvo al frente del organismo durante 15 años. Su periodo, que comenzó en 2009 y se consolidó en 2019 cuando asumió el cargo de Fiscal General bajo un mandato de nueve años, ha sido una de las gestiones más largas en el país.
Durante su mandato, Zamarripa enfrentó críticas constantes por el incremento de la violencia en Guanajuato, considerado en varios momentos como uno de los estados más inseguros de México. Su gestión fue objeto de severos reproches de figuras políticas.
Sus esfuerzos no lograron contrarrestar la percepción pública de una gestión insuficiente frente a los altos índices de homicidios y otros delitos de alto impacto que han afectado al estado.
Una transición prometida
La salida de Zamarripa fue anunciada por la gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo en septiembre de 2024, cumpliendo con una promesa de campaña de renovar la Fiscalía. Este cambio representa una oportunidad para reconfigurar la estrategia de seguridad en un estado que enfrenta retos significativos en la lucha contra el crimen organizado.
Entre las acciones destacadas de su gestión se encuentran su participación en la investigación de casos de alto perfil y la implementación de tecnologías para la persecución del delito. Sin embargo, las demandas de mayor transparencia y resultados concretos marcaron gran parte de su trayectoria.
La Fiscalía General de Guanajuato enfrenta ahora el desafío de renovar su estrategia y recuperar la confianza ciudadana. Con la salida de Zamarripa, se abre un nuevo capítulo en la seguridad del estado, uno de los más afectados por la violencia en México.
Será en el mes de enero cuando el Congreso reciba una terna propuesta por la gobernadora para encabezar la fiscalía, y tendrá hasta el mes de febrero para designar al nuevo fiscal.
