Con 300 estudiantes de nivel básico que dedican sus tardes a ensayar y aprender, el Coro Monumental y Orquesta Sor Juana Inés de la Cruz se ha convertido en un ejemplo vivo de cómo la música puede transformar vidas. Este proyecto, coordinado por el licenciado en música Alejandro Vivanco Reséndiz, celebra en 2024 sus 14 años de trayectoria, consolidándose como un espacio inclusivo y comunitario.
Un modelo inclusivo y cultural
El coro tiene su sede en la Secundaria General No. 17 de León y está diseñado para ser accesible para todos los estudiantes, incluso aquellos sin experiencia musical previa. Durante su historia, ha integrado a alumnos con capacidades diferentes, reafirmando su carácter inclusivo y formador. Dividido en tres grupos—coro, instrumentos iniciales e instrumentos avanzados—, el proyecto permite a los jóvenes explorar instrumentos como guitarra, bajo, mandolina, flauta melódica, trompeta y más, mientras desarrollan su voz como instrumento principal.
El repertorio incluye música tradicional mexicana y géneros populares, fomentando el conocimiento y la reflexión sobre las letras y contextos de las canciones. Además de promover la cultura de la paz, el coro busca fortalecer habilidades como el trabajo en equipo y la empática colaboración.
A lo largo de los años, el Coro Monumental ha dejado huella con presentaciones memorables en eventos icónicos como la inauguración de la bandera monumental en el distribuidor Juan Pablo II, el aniversario de la fundación de León en 2017, y conciertos en recintos emblemáticos como el Teatro María Grever y el Museo de Arte e Historia de Guanajuato. El tradicional concierto navideño en el Templo Expiatorio de León congrega cada año a cerca de mil personas, quienes disfrutan del talento y esfuerzo de los jóvenes músicos.
Este proyecto también es posible gracias al compromiso de docentes que, sin ser necesariamente maestros de música, reciben capacitación para formar coros en sus respectivas escuelas. La música, como herramienta pedagógica, no solo fortalece las habilidades socioemocionales, sino que también genera un sentido de pertenencia en los estudiantes, maestros y familias.
El coro monumental ofrece a los jóvenes una alternativa positiva para su tiempo libre, fomenta la diversidad cultural y construye lazos profundos entre sus integrantes.