En León, Guanajuato, la noche del 2 de enero de 1946 quedó grabada como un episodio oscuro en la historia de México. Miles de ciudadanos salieron a las calles para exigir respeto por el voto tras unas elecciones municipales marcadas por el descontento y las acusaciones de fraude. Lo que comenzó como una manifestación pacífica terminó en una masacre que dejó decenas de muertos y cientos de heridos, según los relatos de la época.
El conflicto había iniciado semanas antes, cuando la Unión Cívica Leonesa (UCL), que apoyaba al candidato Carlos A. Obregón, acusó al oficialista PRM de manipular los resultados a favor de Ignacio Quiroz. La tensión explotó el día 1 de enero, cuando Quiroz tomó protesta bajo la protección de fuerzas armadas. La indignación popular creció hasta culminar en una protesta masiva en la Plaza de la Constitución, hoy conocida como Plaza de los Mártires del 2 de Enero.
El desenlace violento
Cerca de las 9 de la noche, las luces del Palacio Municipal se apagaron, y las autoridades comenzaron a disparar contra los manifestantes desde los balcones y la azotea. Las calles se tiñeron de sangre y el caos se apoderó de la ciudad. Aunque no hay cifras oficiales exactas, las víctimas fatales y los heridos han sido motivo de debate histórico, pero su impacto en la memoria colectiva es indiscutible. Algunos archivos hablan de hasta 40 muertos.
Como respuesta, el presidente Manuel Ávila Camacho ordenó la desaparición de poderes en Guanajuato, destituyendo al gobernador y a los ayuntamientos. Carlos A. Obregón finalmente asumió como presidente de la junta administrativa de León semanas después.
Una lección para la democracia
A casi ocho décadas de distancia, los mártires del 2 de enero siguen siendo recordados como un símbolo de resistencia ciudadana. Cada año, el municipio realiza actos conmemorativos en su memoria, mientras que historiadores y ciudadanos debaten sobre cómo estos eventos marcaron el rumbo político de la región.
Puntos clave de la masacre del 2 de enero de 1946
- La causa: Una elección municipal marcada por acusaciones de fraude.
- Los protagonistas: Carlos A. Obregón (Unión Cívica Leonesa) vs. Ignacio Quiroz (PRM).
- La protesta: Miles de ciudadanos se congregaron en la Plaza de la Constitución.
- El desenlace: Disparos desde el Palacio Municipal resultaron en decenas de muertos y cientos de heridos.
- La respuesta: El gobierno federal intervino con la desaparición de poderes en Guanajuato.
- El legado: La Plaza de los Mártires del 2 de Enero se erige como un recordatorio de la lucha por la democracia.
Conmemoran a los Martires del 2 de enero; habrá colección de artículos inéditos
En una ceremonia solemne, la presidenta municipal, Ale Gutiérrez, depositó una ofrenda floral y lideró un minuto de silencio en memoria de las víctimas. “Somos un faro de esperanza para México porque aquí, en León, la democracia nació del valor de la gente unida”, declaró Gutiérrez ante decenas de asistentes.
El cronista municipal, Luis Alegre, anunció un nuevo esfuerzo por preservar este legado histórico. A partir de este año, los ciudadanos podrán acceder en línea a una colección de artículos inéditos que documentan los eventos de aquella fatídica noche. “Este archivo busca que las nuevas generaciones comprendan el sacrificio que cimentó nuestra democracia”, explicó Alegre.
La Plaza de los Mártires del 2 de Enero, como se le conoce ahora, es más que un espacio público: es un recordatorio del poder de la unión ciudadana. A 79 años, León sigue rindiendo homenaje a quienes lucharon por un futuro más justo y libre.