Investigadores del Centro de Investigaciones en Óptica A.C. (CIO) han descifrado los mecanismos que permiten al agave sobrevivir en condiciones extremas de sequía. Utilizando espectroscopía de terahertz, lograron analizar la estructura interna de esta planta sin alterarla, revelando cómo almacena y protege el agua.
La espectroscopía de terahertz (THz) es una técnica de análisis basada en la radiación electromagnética del rango de los terahertz, ubicada entre las microondas y el infrarrojo lejano en el espectro electromagnético. Esta tecnología ha cobrado gran relevancia en diversas áreas como la ciencia de materiales, la biología, la seguridad y las telecomunicaciones.
El estudio fue dirigido por la doctora Mónica Ortiz Martínez, y el doctor Enrique Castro Camus, en colaboración con los investigadores June Simpson, del Cinvestav Irapuato, y Socorro Villanueva, del CIATEJ.
El agave, un modelo de resistencia natural
El agave, emblemático en la producción de tequila y mezcal, posee una estructura especializada que le permite almacenar agua y reducir su evaporación en ambientes áridos. “Nuestra investigación busca entender los mecanismos de adaptación del agave para aplicarlos en la agricultura y enfrentar la crisis hídrica”, explicó Enrique Castro.
A través de la espectroscopía de terahertz, una tecnología no invasiva, los científicos del CIO lograron analizar la distribución del agua dentro de la planta, un aspecto clave para su supervivencia.
Hallazgos principales del estudio
Los investigadores del CIO identificaron varias estrategias del agave para conservar el agua:
- Almacenamiento eficiente: Distribución de agua en compartimentos internos estratégicos.
- Generación de azúcares especiales que ayudan a retener el agua.
Implicaciones para la agricultura y el medio ambiente
La investigación del CIO podría revolucionar el cultivo de plantas en zonas áridas. Con el avance del cambio climático y la escasez de agua, aplicar estos conocimientos en otros cultivos ayudaría a mejorar la seguridad alimentaria y la conservación de recursos naturales.
“El agave es un símbolo de resistencia y adaptación. Entender su biología nos permitirá desarrollar estrategias para mejorar la producción agrícola en climas extremos”, concluyó la doctora Ortiz.
La investigación en el CIO continúa con la meta de optimizar el rendimiento agrícola y generar soluciones sustentables ante la crisis climática.