El tema de la reestructuración de la deuda impulsada por el ayuntamiento de Guadalajara ha generado polémica. Por un lado el presidente municipal y algunos regidores defienden el ejercicio al señalar que se busca una mejor tasa para pagar estas obligaciones y con los ahorros se podrá invertir en obra pública. Sin embargo, ediles de oposición señalan que la reestructuración de la deuda sólo provocará que se disparen los intereses que ya debía pagar el municipio.
La situación
Guadalajara tiene una deuda cercana a los mil 400 millones de pesos registrada ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) que la ubican en el cuarto lugar nacional entre los municipios más endeudados, detrás de Tijuana, Monterrey y Hermosillo.
Son dos créditos con instituciones de banca múltiple: el primer crédito se contrató en 2010 con BBVA Bancomer, por mil 580 millones de pesos, de los cuales quedan 555 millones de pesos por liquidar, y otro más de mil 100 millones de pesos, adquirido en 2011 con Banorte y del cual quedan 855 millones de pesos faltantes por pagar.
El acuerdo aprobado por el pleno con 15 votos a favor y cuatro en contra, establecía la reestructuración de a deuda a 20 años; una terminaba de pagarse en 2028 y la otra en 2031, y se extiende hasta 2042. Este trienio se pagarían sólo intereses y no se abonaría a capital, lo que permitiría un ahorro de casi 300 millones de pesos.
La voz a favor
El presidente municipal de Guadalajara, Pablo Lemus, defendió el ejercicio de reestructuración de la deuda del municipio al afirmar que dichos ahorros por casi 300 millones de pesos serán invertidos en obra pública. Dicha obra, a su vez, dijo, ayudará a generar inversión para el municipio.
Lemus señaló que buscarán condiciones de intereses más favorables para el municipio, pues desde que se aprobaron dichos créditos, nadie había buscado tasas preferenciales:
“Increíblemente después de estos 13 años nadie le había movido exigiéndoles a los bancos que bajaran las tazas y las condiciones. Con esta reingeniería que vamos a hacer, porque al ser una licitación pública nacional donde competirán bancos privados y también la banca pública -porque estamos invitando a Banobras a competir- pues nos vamos a poner a hacer una subasta de tasas y obtener una más favorable para el municipio”, señaló el presidente municipal de Guadalajara, Pablo Lemus.
El edil señaló que el miércoles se reunirá con diputados para explicar los alcances de esta reestructura, ya que por trascender esta administración
Las voces en contra
Los integrantes de la fracción edilicia de Morena en Guadalajara afirman que con la reestructuración de la deuda avalada el pasado viernes se pagarán hasta mil 200 millones de pesos de intereses.
“Al reestructurar, al ampliar los plazos, están aceptando pagar más dinero a cambio de nada. Es dinero que no tienen y que vamos a pagar los próximos años con nuestros impuestos”, indicó la regidora Mariana Fernández Ramírez.
Explicó que la reestructura hace que los pagos que se hacen a los bancos sean más pequeños, pero se extienden los pagos “Si se sigue este camino, al final, los intereses que se pagarían serían de un poco menos de 500 millones de pesos. La propuesta aprobada es patear la deuda para que se termine de pagar en más del doble de tiempo. Y eso costará, en lugar de 500 millones, mil 200 millones de pesos. Se pagará casi el doble del dinero que les prestaron dependiendo del aumento de las tasas de interés a lo largo de esos 20 años”, puntualizó. En otras palabras señalan que por conseguir de 250 a 300 millones de pesos para sus caprichos, se pagará un sobreprecio de 700 millones de pesos, casi tres veces ese valor.
Los regidores mencionaron que estas operaciones de cambio en la institución bancaria, costará al erario más de 22 millones de pesos, además de los 550 mil pesos anuales por el concepto de calificadoras y otros 575 mil cada año por concepto de fidecomisos.