El municipio de Zapotlanejo, que forma parte del Área Metropolitana de Guadalajara, resultó severamente afectado por las tormentas que se han registrado en la zona y que dejaron el desbordamiento de dos arroyos y una delegación incomunicada. No se reportan personas lesionadas o fallecidas, pero los daños son cuantiosos.
Se reportan casas con afectaciones, además que algunas vialidades importantes debieron ser cerradas por los altos niveles de agua que registraban. Se contabilizan ocho viviendas afectadas en su menaje por la gran cantidad de agua que ingresó, ubicadas en la privada Altos Hornos, entre Vicente Guerrero y Galeana de la colonia San Felipe.
También rescatistas liberaron a una persona que quedó atrapada en la inundación de la calle Moctezuma, y otra más en la calle Hacienda Zapotlanejo a consecuencia del desbordamiento del arroyo Huejotitlán.
En el Parque Histórico de puente Calderón, la corriente arrastró asadores y algunas partes bajas de las casitas de convivio de esta zona de picnic. Se reportó el cierre total de la autopista Zapotlanejo-Lagos de Moreno a la altura del kilómetro 15 por una inundación de consideración.
Se informó que además de los daños presentados en la cabecera municipal de Zapotlanejo, al avanzar en el censo de afectaciones, las autoridades reportan que quedó incomunicada la delegación de El Calabozo, por el desbordamiento del Arroyo Huejotitlán.
En este pueblo habitan 12 familias. Se informó que ya se trabaja en la limpieza y la rehabilitación de las vialidades de entrada y salida.
“Nos ocupamos del tema, ahorita por la mañana estamos haciendo trabajos para poderlos comunicar, les trajimos alimento, agua, jugo, cereal, para que esta familias pues de alguna manera tuvieran alimento por la mañana”, informó el presidente municipal, Gonzalo Álvarez, informó la instalación de un centro de mando con las áreas operativas del ayuntamiento para monitorear los sitios donde será necesaria la rehabilitación.
Las autoridades municipales buscarán recursos del Fondo Estatal de Desastres para apoyar a los damnificados por la tormenta.