Más de 10 mil personas participaron esta mañana en la movilización en Guadalajara para exigir respeto al Instituto Nacional Electoral (INE) y evitar que la reforma electoral que se pretende llevar a cabo limite sus facultades, como plantea el Gobierno Federal y en particular el partido Morena.
Información relacionada: Galería: “El INE somos todos”, expresaron miles de manifestantes en la marcha
Portando en su mayoría prendas blancas y rosadas, miles de personas, muchos en familia, acudieron a las oficinas de la sede Jalisco del INE en la calle Isabel La Católica a su cruce con Diagonal Golfo de Cortés, para exigir que no se desmantele el INE ya que afirman, dichas modificaciones causarían un grave daño al ejercicio democrático.
La Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos (UEPC) señaló saldo blanco en la movilización, que fue tan extensa que además de cubrir Golfo de Cortés y la glorieta Minerva, provocó que la agrupación se extendiera más allá, hasta las avenidas Hidalgo y Vallarta. Finalmente, el contingente se movilizó a la Glorieta de los Niños Héroes.
“No se trata solamente de una afrenta entre partidos políticos, se trata de destruir el sistema democrático mexicano que tantos años tardó en construirse, tenemos que defender las instituciones, que sea más allá del capricho de un presidente”, acusó Lucía Rosas, participante de la protesta.
Durante la marcha, los asistentes gritaron consignas como “¡INE sí, López no!”, “¡Todos de la mano, el INE Ciudadano!” y “¡El INE no se toca!”. Algunos de los manifestantes portaban cartulinas y lonas manifestando su rechazo a la actitud del presidente de México.
Cerca de las 13:00 horas el contingente llegó a la Glorieta de los Niños Héroes donde se realizaron varios mítines por parte de los organizadores de la protesta.
“Hoy estamos tomando la calle todos los ciudadanos para pedirles que nos defiendan, que defiendan a la gente que votó por ellos, que demuestren de qué están hechos”, dijo el empresario Antonio Martín del Campo.
Algunos manifestantes calificaron que las reformas buscan centralizar las elecciones y desaparecer los órganos locales electorales, lo que sería un retroceso que regresaría el país 40 años.