Desde su creación los videojuegos han generado polémica en torno si son dañinos para el desarrollo de los niños, aunque hay algunos especialistas que creen todo lo contrario e incluso recomiendan su uso en las escuelas.
Los videojuegos son un mercado muy grande a nivel mundial, de acuerdo con Statista, en total, se calcula que hay 3.240 millones de jugadores en todo el mundo. Los cuales generaron ingresos de más de 159.300 millones de dólares para esa industria en 2020.
Y actualmente son los menores de edad los principales consumidores de esa industria, ya que tan solo en Estados Unidos el 70% de los menores de 18 años juega este tipo de productos con regularidad.
Un estudio publicado por la Universidad de Oxford en 2020 sugiere que el tiempo dedicado a jugar videojuegos tienen un efecto significativo en el bienestar de una persona. Mientras que una encuesta realizada en Estados Unidos por Entertainment Software Association revela que el 70% de los padres dicen que los videojuegos tienen una influencia positiva en la vida de sus hijos.
“Hay muchos videojuegos disponibles hoy en día que ayudan a los estudiantes a aprender habilidades críticas, conocimientos y procedimientos, los juegos educativos de alta calidad están fácilmente disponibles para muchas materias en casi todos los niveles de aprendizaje y grado”, explicó a Metro André Thomas, Director del laboratorio LIVE y Profesor Asociado de la Práctica, Texas A&M University.
El también diseñador de videojuegos y académico especializado en el aprendizaje basado en juegos detalla que en vez de prohibirse el uso de videojuegos durante la semana escolar, cómo hace China, estos programas podrían ser integrados de manera más habitual al trabajo de los niños en las aulas.
Thomas recuerda que el uso de los videojuegos en las aulas no es nuevo, debido a que muchas personas que fueron a la escuela entre los años 70 y 90 pueden recordar el emblemático videojuego ‘The Oregon Trail’, que debutó en un aula en 1971; sin embargo, reconoce que no son tan comunes en las aulas hoy en día, pese a los beneficios que han demostrado para los alumnos.
“(Los videojuegos) también son una gran herramienta para ser utilizada como deberes, ya que muchos juegos motivan a los alumnos y qué puede ser mejor para un profesor que tener alumnos motivados que quieran hacer sus deberes para aprender más”, destaca André Thomas.
“Un mal libro, película o juego puede ser utilizado por un gran educador para ayudar a los estudiantes a aprender, mientras que el mejor libro, película o juego no tendrá ningún efecto si se utiliza incorrectamente”
— Andre Thomas, Director del laboratorio LIVE y Profesor Asociado de la Práctica, Texas A&M University
NÚMERO
70% de los niños en Estados Unidos son gamers
Cinco razones por las que los videojuegos deberían utilizarse en todas las aulas, de acuerdo con Andre Thomas
1. Pueden ayudar a los estudiantes a mantenerse en STEM
Una de las razones por las que los estudiantes abandonan o cambian de programas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas es la dificultad de los cursos introductorios, como el cálculo.
2. Proporcionan un aprendizaje experimental
Juegos como DragonBox Algebra, en el que los alumnos resuelven problemas matemáticos en un entorno de fantasía, pueden ayudar a los estudiantes a dominar habilidades como el pensamiento crítico.
3. Aprenden del fracaso
Algunos juegos, como Burnout Paradise, hacen que el fracaso sea divertido. En el juego, los jugadores pueden estrellar sus coches, y cuanto más espectacular sea el choque, más puntos obtendrán. Esto permite a los jugadores aprender de sus errores, corregirlos e intentarlo de nuevo.
4. Se mantienen comprometidos con el contenido
Una forma más eficaz de maximizar el tiempo de aprendizaje es el tiempo de dedicación a la tarea. Cuando los estudiantes están interesados y se preocupan por un tema y éste es relevante, sienten curiosidad y se comprometen. Los juegos educativos pueden diseñarse para mejorar la motivación y el compromiso, proporcionando a los estudiantes más tiempo de dedicación a la tarea.
5. Hacen que los conocimientos complejos sean divertidos
La tabla periódica de los elementos es un reto para muchos estudiantes. Sin embargo, aprender una compleja matriz tridimensional con 27.624 valores es fácil para los alumnos de secundaria que juegan al popular videojuego Pokémon. La esencia del juego es averiguar cómo combinar los 17 tipos diferentes de ataque cuando se lucha contra otros Pokémon. Cada Pokémon tiene uno o dos tipos de ataque que puede utilizar. Los jugadores no aprenden las diferentes combinaciones posibles estudiando una gran tabla con 27.624 entradas, sino jugando al juego.
3 preguntas a...
André Thomas
Director del LIVE Lab y Profesor Asociado de la Práctica, Texas A&M University
P: ¿Cómo pueden ayudar los videojuegos a los estudiantes?
–No hay una respuesta sencilla a esta pregunta, es como preguntar ¿cómo pueden los libros ayudar a los estudiantes? ¿Cuántos estudios existen que demuestren la eficacia de un libro, y sin embargo damos por hecho que los libros ayudan? Hay todo tipo de libros: de cocina, de referencia, de ficción, de no ficción, de cómic y de texto, por nombrar sólo algunos. También hay todo tipo de juegos, juegos de rompecabezas, juegos de rol, juegos deportivos, juegos de acción, juegos educativos, juegos de ciencia, juegos de salud, por nombrar sólo algunos. Hay muchos estudios que demuestran los efectos positivos de los juegos educativos.
P: ¿Qué tipo de videojuegos son adecuados para este fin?
–En primer lugar los juegos educativos, especialmente los que tienen estudios de eficacia relacionados con ellos. Sin embargo, los juegos de entretenimiento también pueden utilizarse eficazmente para la educación. Recordemos que Shakespeare no escribió para educar sino para entretener y, sin embargo, sus escritos se utilizan en las aulas de todo el mundo.
P: ¿Qué retos tiene el uso de los videojuegos en las escuelas?
–No existe un sistema reconocido de calificación y/o revisión en el que los videojuegos sean evaluados por expertos en contenidos, expertos en aprendizaje e instrucción, diseñadores de juegos, profesores y estudiantes. En mi opinión, todos ellos deben formar parte de un sistema de revisión exhaustivo que pueda informar a padres y profesores sobre los videojuegos. Por último, las escuelas aún no disponen de un mecanismo para comprar videojuegos. Mientras que muchos juegos de entretenimiento están disponibles de forma gratuita, porque generan ingresos a través de la publicidad o de la compra de juegos, los juegos educativos no pueden hacer eso... Una vez que tengamos un ecosistema mejor que pueda apoyar a las escuelas, los profesores, los padres y los desarrolladores de juegos educativos, veremos que se utilizan muchos más juegos en las aulas.