La obra
Se trata de un cortometraje animado —de 10 minutos de duración— producido en la Unión Soviética por los estudios Soyuzmultfilm.
Para desarrollar sus dibujos, Khitruk se basó en los libros originales de Alan Alexander Milne —publicados en 1924— y luego elaboró un guión junto a Boris Zakhoder y Fedor Xitruk. Aunque mucho después Khitruk conoció la primera versión animada de Disney —Winnie the Pooh and the Honey Tree (1966)—, su obra no puede ser más opuesta, ya que fue realizada con crayolas y acuarelas, aludiendo al trazo de los niños de preescolar; es más rítmica —los personajes hablan o cantan en verso— y los diálogos tienen tintes filosóficos, por ejemplo, Vinni se pregunta desde un principio: «¿Para qué existen las abejas? / ¿Para producir miel? / ¿Y para qué existe la miel? / Tal vez para que yo la coma».
Mientras en la versión de Disney todos los personajes son «peluches animados» propiedad de un niño —¿una forma «sutil» de promover la venta de las figuras comerciales?—, en esta versión cada personaje es autónomo, sus personalidades están bien definidas y, aunque la trama es muy simple, no es boba ni edulcorada.
El autor
Fyodor Khitruk (1917-2012) nació en la ciudad de Tver unos meses antes de la caída del Imperio Ruso. En 1936 se graduó del colegio de Artes y un par de años después entró a trabajar como ilustrador a la Soyuzmultfilm, pero no fue sino hasta 1962 que lo dejaron dirigir sus propios proyectos, como Historia de un crimen, que fue todo un fenómeno cinematográfico. A Khitruk se le atribuye, con su estilo lacónico pero lleno de significado, «el renacimiento de la animación soviética».
Filmó e ilustró más de 50 animaciones —16 dirigidas por él—, con las que obtuvo decenas de nominaciones a los principales Festivales de cine y más de 25 premios, incluidos dos en Cannes —Palma de Oro y Premio especial del jurado en 1974 y 1975— y uno en Venecia.
El legado
El alcance de esta animación fue tal —decenas de países la solicitaron para sus matinés de cine— que a Khitruk le encargaron dos cortometrajes más: Winnie-the-Pooh hace una visita (1971) y Winnie-the-Pooh tiene un día ocupado (1972). Por esta trilogía, en 1976 recibió el Premio Estatal de la Unión Soviética, considerado el mayor honor que se podía recibir.
Fuera de los premios y las condecoraciones que recibió Khitruk por estas notables animaciones, se dice que el mayor halago que recibió en su vida fue cuando tuvo la oportunidad de visitar los Estudios Disney, donde conoció a Wolfgang Reitherman —ganador del Oscar por Winnie the Pooh and the Blustery Day (1968)— y éste, deshaciéndose en halagos, le aseguró que su versión realizada con crayolas era infinitamente superior a la suya.
En 1988 y luego en 2012, esta obra fue elegida para emitir sellos postales conmemorativos.