Cuando una persona tiene una mascota se crea una unión fraternal y, a veces, es tanto el amor que el animal siente por su dueño que hasta puede dar la vida por él. En otros casos, las especies llevadas sólo por el instinto protegen al hombre de los peligros
Amigos de los océanos
Se dice que los delfines son amigos de los humanos y éste es un claro ejemplo.
La historia se registró en Nueva Zelanda, cuando un grupo de salvavidas entrenaba en una playa, de repente se les acercó un gran tiburón blanco, al verse amenazados el pánico los invadió. Sin embargo, al poco tiempo, media docena de delfines los rodeó nadando en forma de círculo y así, permanecieron varios minutos. Al final, los delfines condujeron a los bañistas a un área segura.
Héroe de guerra
Su nombre es Buster y es un perro heroico. Hace unos años recibió la medalla Dickin al valor, por su labor detectando bombas en Irak, y por supuesto, por salvar la vida de varios integrantes de la tropa británica.
Un pequeño felino intuitivo
Lionel Adams, le debe la vida a su gato Tiger.
Una vez su minimo se subió a la cama y le puso encima su pata a la altura del pecho. Adam sabía que no era un comportamiento normal de su mascota que mostraba mucha insistencia, así que acudió al doctor.
Lionel, que había sufrido bronquitis, asma y enfisema, no había mostrado ningún síntoma de cáncer pulmonar y en el chequeo médico le detectaron la enfermedad.
Ahora Tiger es su héroe y su mejor amigo.
Salvajes, pero tiernos
En Etiopía, tres leones salvaron a una niña de 12 años de unos secuestradores.
Los felinos persiguieron a los criminales y los ahuyentaron; después se quedaron con la pequeña hasta que la policía llegó. Los maleantes querían raptar a la niña para casarla. Según los expertos en fauna salvaje, las fieras la protegieron debido a que la pequeña lloraba por el trauma y esos gemidos pueden ser confundidos con el maullido de un cachorro león, por eso no le hicieron ningún daño.
Protegió a sus amas de ser atropelladas
Vale la pena recordar en este recuento, a Kabang, el perro filipino que arriesgó su propia vida para salvar a sus dueñas.
Kabang sintió el peligro y sin pensarlo se abalanzó contra la moto evitando que las niñas fueran golpeadas. El motociclista salió con heridas, las chicas no sufrieron ningún daño, pero Kabang se llevó la peor parte, ya que perdió una parte de su hocico.
El hecho dio la vuelta al mundo y un grupo de especialistas intenta ahora reconstruirle el rostro.
