«Menos es más», pero pocas veces entendemos lo que esto realmente significa. ¿Sabes quiénes sí lo entienden? Los niños, especialmente a edades tempranas.
Imagina esta escena. Es cumpleaños de un niño de tres años y recibe juguetes muy elaborados y caros.
Al abrirlos los papás expresan «Wow, ¡está increíble mi amor! Dale las gracias». El niño, al escuchar la sorpresa de los padres, cree que debe emocionarse, por lo que pone ojos de sorpresa.

Sin embargo, ¿sabes con qué juguete realmente va a jugar? Con el carrito que vio en el mercado. Es más, con el juguete que venía en la caja de cereal.
¿A qué se debe esto? En los últimos años, vemos una infinidad de juguetes muy complejos y con muchos estímulos.
En ellos encontramos accesorios cada vez más elaborados, donde el niño prácticamente «ve jugar al juguete».
Sin embargo, qué te digan cómo jugar no es divertido. Lo que al niño le gusta es crear sus propios escenarios, historias, nombres, usarlo y aventarlo como él quiere.

Tampoco es divertido que los padres le digan, «no lo avientes porque se puede romper», «no lo maltrates».
Los padres probablemente no tendrán problema con que el niño aviente el juguete que costó 30 pesos, ¿o sí? Ni tampoco que haga lo que quiera con carritos que aguantan todo tipo de maltratos.
Por ello, para evitar que gastes de más y que el niño acumule juguetes que sólo usó una vez, es necesario que conozcas exactamente cuál es la verdadera función de un juguete en la vida de un niño.

La función de un juguete en la vida del niño
Un juguete cumple muchas funciones en el desarrollo físico, mental y emocional de un niño. Una de las características más importantes que debe tener es que le permita usar su imaginación.
Los juguetes de vehículos, tal es el caso de autos, aviones, trenes y barcos son ideales porque no limitan las opciones de juego a una acción en específico y no tienen un exceso de estímulos.
Tal como destaca Fundamentally Children, los vehículos o carritos alientan el movimiento en los niños, manteniéndolos activos.
El movimiento ayuda a desarrollar su coordinación, equilibrio y habilidades motoras gruesas.

Otros juguetes presentan a los niños roles en la comunidad, permitiéndoles comprender y representar el mundo en que viven por medio del juego. Los juguetes Playmobil son un buen ejemplo de ello, como el camión de reciclaje.
A su vez, hay juegos que les permite desarrollar sus habilidades sociales o de independencia.
Si el juego es con otros niños, esto les enseña a compartir, negociar y aprender sobre la competencia amistosa.
Y qué mejor que les permita imitar los sonidos para desarrollar sus habilidades de comunicación. Tal es el caso de un ruido «brum» para un automóvil o «choo-choo» para un tren.

Como puedes ver, todo esto lo puede obtener con juguetes clásicos y sencillos que se puede llevar a todos lados.
A su vez, los padres deben limitar el uso de la tecnología en los niños para no interferir con sus etapas de crecimiento y desarrollo de habilidades por medio del juego.
Ahora ya lo sabes, ¡menos es más!
Nota: «Fifí» significa según la RAE, «persona presumida y que se ocupa de seguir las modas». Por ello, está de más que busques darle el juguete de moda sólo para presumir un estatus por medio del niño.