Cuando hablamos de Corvette no solamente hablamos de una leyenda americana del mundo del motor, sino del primer superdeportivo destinado a competir y restarle un poquito de brillo a los bólidos ultra capaces del viejo continente, es decir: alemanes e italianos. Y es que cuando allá se llevaban a cabo competencias tan importantes como las 24 Horas de Le Mans, en Estados Unidos se corría ya la Indi 500, las 12 Horas de Sebring, y poco previo a la década de los 60, las 500 millas de Daytona, es decir, ambos tipos de vehículo tenían sus escenarios para triunfar.
¿Cómo nace Corvette?
Así fue como Chevrolet, que naciera gracias a sus fundadores Louis Chevrolet y William Crapo Duran, quienes comenzaron a pensar en la idea de un deportivo.
El nombre Corvette salió a la luz gracias a Harley Earl, su diseñador original, no obstante no tuvo una buena respuesta de la gente, y se produjeron apenas 300 unidades, siendo éste el modelo más solicitado por los coleccionistas de automóviles que piensan en un Vette “C1”, o primera generación, que “corre” de 1953 a 1962.
La historia cuenta que en aquellos tiempos, Nash Motors introdujo el Nash-Healey, un deportivo de dos plazas que despertó las ideas de Harley Earl y del equipo de proyectos especiales, quienes pusieron manos a la obra y diseñaron al Corvette para presentarlo en Motorama Car Show.
Su nombre es derivado de lo que sería un ágil barco de guerra del siglo XIX, y potenciado gracias a los militares que regresaron de la Segunda Guerra a los Estados Unidos solicitando automóviles deportivos bi-plazas como sinónimo de estatus, General Motors decidió lanzar al mercado un automóvil que hoy mismo es una leyenda, y permanece como el único y fiel deportivo americano, al menos de producción regular.
Primera generación (C1)
Se pensaba originalmente como un modelo 1954, no obstante la demanda hizo de sí y se comenzó con una producción de 300 unidades en la planta Flint de Michigan, mientras que el motor era un V6 “Blue Flame”, que no duraría mucho al interior del capó del deportivo por su poca potencia, siendo reemplazado a partir del 55 por un sediento V8 que entregaría 283 caballos de fuerza, modificaciones que se darían gracias a la dirección de Zora Arkus Duntov, el jefe de ingenieros del proyecto.
C2
Más adelante nacería Stingray, como segunda generación. Las modificaciones detonaron esta denominación que lanzaba al primer coupé bajo el nombre Corvette y lo dotaba de una parte trasera redondeada con una dualidad de ventanillas conocida como split window, que no duró mucho. El coche cambió de manera radical, inspirándose en la tendencia europea de diseño y ya se ofrecía en 1964 un equipo de frenos de disco en las cuatro ruedas y para 1967 un motor de 427 pulgadas cúbicas, que llevó a aquellos modelos a portar el emblema “427” a los costados y una toma de aire simulada para el cofre, y finalmente, en estos años se entregaba una caja automática de tres cambios. Para 1969, los automotores se ofrecían en diferentes versiones, la primera con un refinado motor de 350 pc y la segunda que obedecía a las siglas ZL-1 de 427 pulgadas cúbicas, para un poder de hasta 600 caballos de potencia.
C3
Durante esta generación se cambia la carrocería, haciéndola mucho más baja y ayudándose de un spoiler que entrega una estética muy agresiva. En 1981, GM decide enviar su producción a la planta de Bowling Green, Kentucky, tiempos en los que se emplea la fibra de vidrio para ahorrar peso y ganar en deportividad, tanto que en 1982 se presenta una transmisión automática con overdrive, para que en 1983 no se ofrezca al público, pues solo se realizaron 43 prototipos previos a la cuarta generación de la leyenda.
C4
Durante estos años se presenta el Corvette ZR1, un vehículo que recibía la mano de Lotus para el motor desarrollado junto con Chevrolet. Asimismo, durante el Auto Show de Detroit de 1986, se presentaría el CERV III, un prototipo de tracción en las cuatro ruedas y pantallas al interior como tablero de instrumentos, y éstos fueron los orígenes de la quinta generación.
C5
En 1990 el CERV III estaba presentando un V8 de 5.7 litros, 32 válvulas y 650 caballos, mismos que lo invitaban a alcanzar una velocidad tope de 360 kilómetros por hora, asimismo, el turbo llegaba a GM con el Speedster Twin Turbo desarrollado por Reeves Callaway, su potencia alcanzaba los 450 caballos. Para 1993, el apellido Stingray fue registrado como marca de GM, y así fue como se vendía en Europa. No obstante, todo esto nos llevaría a la develación oficial del C5 en 1997, año en el que se presentó un automotor completamente nuevo, propulsado por 345 caballos de potencia.
C6
C6
No obstante, y acercándonos al siglo XXI, la sexta generación del Vette ofreció un dinamismo magistral, no obstante, la tecnología avanza tan rápido que sus faros volvieron a exhibirse desde que lo hicieran por última ocasión en 1962. En versiones Z06, ZR1 Grand Sport y 427 Convertible, esta generación regresó a las 24 Heures du Mans, compitió y ganó en la categoría GTE-Pro.
C7
C7
No cabe duda que la innovación y el avance en materiales, motorizaciones y performance avanzan día con día, y si bien la generación anterior ya lograba un performance excepcional, la séptima generación no solo cumple con la leyenda, sino que la eleva al nivel de los automotores más poderosos en Europa.
Su motor es un V8 de 6.2 litros, entrega 460 caballos, pero ruge y acelera de manera brutal, entregando una respuesta directa gracias a su bloque atmosférico que se acopla a una caja de transmisión ya sea automática de seis relaciones o manual de siete cambios. ¿Aceleración? Claro, 3.8 segundos en la prueba de 0-100 km por hora, si es que le quedaba duda del poder de este vehículo, que ha sido comparado en diseño con un Ferrari Berlinetta, y en performance equiparado con un 911 de Porsche, no obstante, su precio apenas llega al millón de pesos, lo que lo garantiza como el vehículo deportivo más vendido de la historia, y también el más eficiente jamás comercializado por Chevrolet.
Postdata: el emblema
Modificado en diversas ocasiones pero que parte de la idea de Robert Bartholomew: dos varas de cruce con una bandera a cuadros a la derecha y una bandera de Estados Unidos a la izquierda. La bandera va en señal de las carreras, la blanca para la última vuelta y a cuadros para el ganador. Hoy el emblema enciende una “V” de “Vette” como ha sido adoptado el automotor por los coleccionistas.