Para la mayoría de la gente gente, la compra de un auto representa un esfuerzo económico importante, por la inversión necesaria para adquirirlo y los gastos que implica mantenerlo.
Pensando en un vehículo nuevo, la preocupación de los propietarios puede ser todavía mayor, ya que se trata de un objeto cuyo valor disminuye con cada avería o desperfecto, además del kilometraje o el modelo del auto.
Pero qué podemos hacer si compramos un vehículo cero kilómetros, para mantenerlo en buen estado, evitar problemas prematuros (y en ocasiones, permanentes), y disminuir al máximo los efectos de la depreciación.
Aceleración
La mayoría de los componentes han pasado por controles de calidad que los ponen en funcionamiento por periodos cortos de tiempo. Estas partes o sistemas requieren de un periodo de adaptación en el auto, por lo que se recomienda no forzarlos demasiado.
Debemos asegurarnos de no llevar al auto a altas revoluciones, especialmente cuando se encuentra frío. Recuerda que el motor de combustión es una máquina térmica y funciona mejor cuando no está en los extremos de calor o frío.
Es una buena idea sacar a carretera al vehículo para «aflojar» el motor, con algunas precauciones. Asegúrate de revisar que las llantas no tengan productos para abrillantar en la cama de rodadura, ya que estos materiales pueden comprometer su adherencia. Comprueba niveles, y prueba con anticipación frenos, luces y limpiaparabrisas. Ya en la carretera, acelera y desacelera en intervalos de 20 minutos. Al acelerar, hazlo progresivamente variando continuamente las revoluciones y evita utilizar el modo crucero.
Hábitos
Acostumbrarnos a revisar periódicamente los fluidos del auto como el combustible, el aceite, líquido de frenos, líquido de la transmisión, líquido de la dirección, líquido del limpiaparabrisas, líquido de batería (si se requiere), refrigerante y presión de llantas, nos ayudará a que el auto trabaje de mejor forma y evitará problemas importantes a largo plazo.
La limpieza también debe ser parte de la rutina. Asegurarnos que la carrocería, llantas y guardafangos en el exterior se encuentren limpios, evitará la degradación temprana de la pintura, plásticos, gomas, y componentes metálicos. El interior también necesita cuidados, tanto en las vestiduras, consolas y tableros, de acuerdo al material con el que estén fabricados. No olvides mantener limpias las aletas de la ventilación, por eficiencia y salud.
Seguridad ante todo
Toda reparación o modificación debe ser realizada por un profesional, que garantice la calidad de los componentes y mano de obra.
Manejar es divertido, es cierto, pero no es un juego. Algunos de los consejos se vuelven tan cotidianos, que poco a poco van pasándose por alto. Conducir dentro del límite de velocidad, usar el cinturón, evitar distracciones como el mapa o el celular, manejar descansado, evitar conducir bajo los efectos de sustancias intoxicantes (alcohol, drogas y ciertos medicamentos), y cumplir los reglamentos de tránsito, son algunos ejemplos de normas que todos conocemos, pero pocos cumplen.
Del mismo modo, es importante respetar a otros usuarios de la vía, como peatones, ciclistas, motociclistas, transporte de pasajeros y de carga, así como otros autos. Y pensando en la seguridad colectiva, la póliza de seguro obligatoria (de Responsabilidad Civil), nos ampara en caso de algún percance.