Todos los que vivimos en ciudad podemos llegar a entrar en la categoría de conductores nerviosos.
Sin embargo, hay conductores que realmente sorprenden por su alocada forma de manejar.
Los vamos a dividir en dos categorías: los maniacos prevenidos controladores y los maniacos caóticos.

Conductor maniaco prevenido / controlador
La primera categoría corresponde al conductor que exagera para no llegar tarde y esquivar el tráfico.
Siempre usa el navegador, se sale tres horas antes para cruzar aunque llegue dos horas antes al trabajo e incluso inclina su cuerpo hacia adelante para estar alerta.
También su tensión se refleja en la forma que aprieta el volante. Por lo mismo, les puede llegar a doler los brazos sin darse cuenta del porqué.
Como te imaginarás, no puede salir sin verificar previamente la ruta. De esta manera, se mete a ver el mapa con mucha anticipación para tener el cálculo más aproximado de lo que tardará en llegar.

Su nivel de aprehensión descarta por completo toda forma de relajación o diversión al volante.
Por el contrario, está sumamente concentrado en no «meter la pata», no pegarle a nadie y que no le peguen.
A su vez, es una persona de patrones. Le gusta estacionarse siempre en el mismo lugar y que su logística mantenga un orden.
¿Lo peor para él? Los imprevistos. Por ejemplo, un accidente, el cierre de una calle ¡y los cambios de planes de último minuto!

Conductor maniaco caótico

Conductor maniaco caótico
El segundo tipo de conductor corresponde al que siempre sale tarde, pero desea llegar temprano.
Aunque se otorga el derecho de cerrársele a todos los demás, explota si alguien se le cierra.
Es muy impulsivo en sus maniobras y en su modo de manejar: acelerará y frenará bruscamente.
Le hará pelea a cualquier automovilista que se atreva a enojarse por algo que él tuvo la culpa.

A su vez, tiende a ser un tanto agresivo con el valet parking si algo no le parece.
También, será de aquellos conductores que verás hablando por teléfono mientras conduce precipitadamente.
Quien esté cerca de él tendrá que tener mucha paciencia, puesto que no habrá forma de hacerlo entender y peor aún, cualquier comentario puede desatar su ira.
¿Lo peor para él? Lo que menos soporta y por lo que tocará el claxon frenéticamente: un conductor que no avanza y es lento al manejar.
Y tú, ¿qué tipo de conductor nervioso maniaco eres?