El trastorno límite de la personalidad es más común de lo que pensamos. ¿Dificultad para autorregularse? ¿Impulsividad? ¿Sensación de vacío? ¿Intensos cambios de humor? ¿Conductas de alto riesgo? Estos son algunos de los principales síntomas que sufren las personas con esta psicopatología.
La cuestión es que estas personas tienen mayor predisposición a conducir imprudentemente, e incluso en estado de ebriedad. Un estudio denominado «Desenmascarando la amenaza en movimiento: conducción temeraria, trastorno de la personalidad limítrofe y el impacto en accidentes de vehículos motorizados» revela que este trastorno se correlaciona de manera significativa con infracciones de manejo, conducir en estado de ebriedad y cancelación de su permiso para conducir.
De esta manera, los datos revelan que las personas que lo padecen conducen de forma imprudente por las siguientes causas:
– Dificultades de autorregulación.
– Comportamiento de búsqueda de sensaciones.
– Comportamiento de autolesión.
– Dificultades en la regulación del estado de ánimo.
– Disociación.
– Predisposición al abuso de alcohol y sustancias.
Falta de autorregulación y sensación de vacío
La dificultad para autorregularse, dicho de otra manera, la incapacidad de contenerse, genera que las personas que lo padecen actúen de forma impulsiva en distintas áreas de su vida.
De esta forma, si tienen un arranque de ira o una reacción emocional, pueden descargarlo al volante. Incluso, cuando están en situaciones de mucho estrés, pueden sufrir de disociación, lo cual aumenta la conducción distraída.
A su vez, sus sentimientos de vacío y susceptibilidad ante el aburrimiento genera que busquen constantemente actividades estimulantes y peligrosas. Una de las más comunes es la conducción peligrosa, así como actos de vandalismo, delincuenciales y consumo de sustancias.
¿Comportamiento suicida al manejar?
Otro aspecto que define a este trastorno son las autolesiones y los comportamientos suicidas. Tal como lo señala el estudio, la autolesión se define como una lesión deliberada a uno mismo.
Sin embargo, esta característica puede propiciar que estos conductores aceleren excesivamente con la actitud que «algo podría pasar» o intentar suicidarse a través de «accidentes de tráfico».
Incluso, el estudio señala que el automóvil constituye un instrumento ideal de autolesión o autodestrucción, particularmente para las personas que intentan camuflar su motivación suicida de los demás y ellos mismos. Sin embargo, esto no necesariamente se realiza de forma consciente.
Ahora ya lo sabes, si tienes o conoces a alguien que cumple con estas características y no ha sido atendido por especialistas, podría estar en peligro y poner en riesgo a otras personas.
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