Todos los deportes conllevan un riesgo. Sin embrago, hay de riesgos a riesgos. No es lo mismo que un niño se lastime el tobillo a que se fracture la pierna, ¿cierto? ¿Pero acaso son estas ideas un tabú del motocross y del motociclismo para niños? Como en todo, depende de la perspectiva en que lo mires. Y más que otra cosa, depende de la familia en cuestión, tanto de los padres de familia como del niño.
De entrada, si los padres tienen un perfil sobreprotector, seguramente sufrirán con su hijo en este deporte. Sin embargo, no es tan sencillo prohibirles una actividad. Si el niño tiene contacto con una motocicleta en casa, es difícil que este vehículo no capte su interés.
Y es ahí donde se presenta la otra cara de la moneda: más vale práctica y desarrollo de capacidades con instructores especializados, que mal manejo y aprendizaje callejero.
Motocicletas y niños
Hace algunas décadas, era muy común que los niños usaran una motocicleta en las calles. Y no hablamos exactamente de adolescentes: niños desde 9 a 10 años de edad las manejaban por diversión. Sin duda, esto ha cambiado. Hoy por hoy es ilegal que un menor de edad maneje uno de estos vehículos en las calles.
Incluso está prohibido que un menor de 12 años que no tenga el tamaño suficiente para colocar sus pies y sostenerse adecuadamente, se suba a una moto con un adulto manejándola.
Sin embargo, el motocross es harina de otro costal. Aunque los niños que crecen practicando este deporte probablemente de grandes querrán comprar una moto de calle, también es probable que le tengan respeto a la calle y prefieran disfrutar de su pasión en las montañas.
Si conoces de cerca el motocross, sabrás el hincapié que hacen en materia de seguridad. Este deporte adquiere una dimensión formativa positiva para aquellos pequeños que crecen en un ambiente de adultos que conducen motos.
Otra ventaja, además de los beneficios inherentes en toda actividad deportiva, es que desarrollan habilidades de manejo y prácticas seguras a una edad pertinente.
Generalmente, los motociclistas que vemos en la calle no necesariamente tienen la pericia ni las medidas de seguridad para saber reaccionar ante cualquier incidente. Y ni hablar de los automovilistas, quienes obtienen su licencia de manejo teniendo los mínimos conocimientos teóricos y prácticos necesarios.
Rudo por fuera, suave por dentro
Por último, aunque el motociclismo o el motocross en niños parezca un deporte salvaje y rudo, en realidad requiere de mucha disciplina, paciencia, esfuerzo y formación en valores como el resto de los deportes.
A su vez, al ser un deporte al aire libre les permite vivir su niñez lejos de las garras tecnológicas de la ciudad. Aunque los niños estén muy bien protegidos con equipo de seguridad, lo que sí dejamos en claro es que no es para todos los papás.
Lo último que se le recomienda a los padres de familia es que inscriban a su hijo cuando estos van a ser excesivamente cautelosos y le transfieran sus miedos al niño.
¿Qué piensas?
