El modelo de planificación de ciudades ha privilegiado al automóvil como medio de transporte. A su vez, las vialidades existentes excluyen en su mayoría a peatones y ciclistas, quienes no cuentan con rutas apropiadas para un tránsito libre y seguro.
Este modelo se repite en todo el mundo y comienza a ser un problema, no sólo por la movilidad, sino por salud: la crisis de la obesidad.
En Reino Unido, el Instituto Nacional de Excelencia en Salud y Atención ha redactado un informe que destaca medidas que deben implementarse para disminuir este grave problema de salud pública.
Especialmente, porque al hablar de obesidad, también hablamos de problemas de salud colaterales, tal es el caso de la diabetes y enfermedades cardiacas.
Con información de This Is Money, el instituto ha solicitado que los peatones, ciclistas y pasajeros de autobuses tengan prioridad cuando se actualicen las carreteras. Esto incluye la creación de caminos que faciliten el uso de la bicicleta, caminar e incluso usar el transporte público.
La premisa es que al no contemplarlos en la planificación de vialidades, las consecuencias afectan directamente al instituto de salud. ¿Cómo esto? Además de alentar la obesidad, la contaminación del aire genera graves estragos en la salud.
Posturas encontradas
Mientras que algunos aplaudieron esta postura, otros la consideraron poco viable, especialmente porque la economía depende del transporte en carretera. A su vez, quienes cuestionan la iniciativa destacan que la actualización de carreteras es costoso y poco frecuente.
También, no sólo es necesario actualizar los caminos: es indispensable incrementar la seguridad en las calles. Esto ocasiona que actualmente el uso del automóvil sea una opción más segura de transporte para muchos.
Además, los servicios de salud, escuelas y hospitales generalmente se localizan a kilómetros de distancia.
A pesar de ello, numerosos especialistas aplaudieron la iniciativa, destacando que al estar la sociedad en un estado de epidemia, es absolutamente necesario.
Aunque este debate que está teniendo lugar en primer mundo, no cabe duda que este diálogo sirve de ejemplo y modelo para otras naciones.
En México, también nos encontramos en un punto de quiebre por las tasas de obesidad, contaminación y las deficiencias en materia de movilidad, llámese tráfico o un transporte público precario.
Al final, es también responsabilidad de los ciudadanos poner el tema sobre la mesa. ¿Acaso no?
Nota. Si te preguntas a qué lugar corresponden las imágenes, es Ámsterdam, un auténtico ejemplo de movilidad donde los ciclistas están al centro de la estrategia.
Tenía que ser, ¿cierto?
