Con un paso adelante, David Beckham invierte en el negocio del futuro. Quizá para muchos parezca exagerado que los dueños de autos clásicos busquen cambiar su tren motriz de combustión interna por uno eléctrico. Pero, en el futuro, cuando la mayor parte de la flota en las calles sea eléctrica o cuando comiencen las prohibiciones a los motores diésel o gasolina (que en muchos países no tarda en entrar en vigor), hará todo el sentido del mundo.
Finalmente, muchas veces, quien se arriesga primero, es el que tiene el pedazo del pastel más grande. Con información de Express, el ex futbolista británico David Beckham ha invertido en Lunaz, compañía de restauración de autos clásicos en Reino Unido.
Según algunas fuentes, se cree que Beckham adquirió una participación del 10%. Prueba de ello, la compañía compartió imágenes del futbolista conociendo la fábrica de Silverstone, donde se le ve intentando cargar uno de los autos.
En sus palabras: “Lunaz representa lo mejor del ingenio británico tanto en tecnología como en diseño. Me atrajo la empresa por su trabajo de restauración de algunos de los coches clásicos más bonitos mediante el reciclaje y la electrificación. David Lorenz y su equipo de ingenieros de clase mundial están construyendo algo muy especial y espero ser parte de su crecimiento».
Lunaz: más que electrificación, es reciclaje
Nada más y nada menos, Lunaz ha electrificado lujosos autos deportivos y clásicos de marcas como Rolls Royce, Range Rover, Bentley y Jaguar. Además, la compañía no sólo tiene ambiciosos planes de crecimiento y expansión, sino que garantiza que la electrificación de sus autos podría extenderles la vida útil hasta en un 70%.
Tal como señala Lunaz, esto permitirá que muchos autos continúen funcionando, evitando que sean desechados. Más ahora que, con la visión de electrificar flotas completas, promete ahorrar dinero a las empresas al evitar que tengan que comprar vehículos eléctricos nuevos, mientras evita el desperdicio y fomenta la reutilización de las unidades.
Sin duda, Beckham tiene un gran sentido de negocio. ¿No crees?