Un golazo de Alessandro Florenzi desde más de 40 metros apartó al Barcelona de la victoria en el Olímpico de Roma, donde comenzó la Liga de Campeones con un empate, en un día con derrota del Valencia en casa, con un gol definitivo del belga Axel Witsel, y con triunfos amplios del Chelsea y del Bayern Munich.
El actual campeón arrancó en Italia con un 1-1 y la preocupación de la lesión del brasileño Rafinha superada la hora de juego. Entró al campo en el minuto 61 y se marchó de él, en camilla, en el 65, entre las caras sobresaltadas de sus compañeros del equipo azulgrana, a la espera de conocer el alcance de su dolencia.
Antes, en un competido encuentro, ya había marcado el Barcelona, que se adelantó con un cabezazo del uruguayo Luis Suárez a pase del croata Iván Rakitic (0-1, m. 21). Pero un golazo desde casi medio campo de Florenzi, pegado a la banda, por encima del alemán Marc Andre Ter Stegen y con un golpeo magnífico, le restó dos puntos.
Ese empate lo aprovechó el Bayer Leverkusen, que asumió el primer puesto del grupo, el E, con tres puntos previsibles en el Bay Arena contra el BATE Borisov (4-1), por mucho que Nemanja Milunovic igualara para el equipo bielorruso el tanto inicial de Admir Mehmedi en el minuto 11. En la segunda parte, ya no tuvo opción.
A los dos minutos de volver del vestuario, el turco Hakan Çalhanoglu devolvió la ventaja al conjunto alemán, que sentenció después por medio del mexicano Javier ‘Chicharito’ Hernández, autor del 3-1 a media hora de la conclusión del choque, y que aumentó la cuenta de penalti, otra vez desde las botas del otomano (4-1).
En el grupo H, la vuelta del Valencia a la Liga de Campeones dos años después fue una ruleta de emociones. La primera fue de decepción, cuando dos zurdazos del brasileño Hulk, el primero a pase de Danny y el segundo con uno de sus cañonazos desde fuera del área, pusieron el 0-2 en el marcador en el primer tiempo del choque.
Después, de euforia por el empate, porque el conjunto ‘che’ encendió Mestalla en la segunda parte, cuando el partido tenía peor pinta para el bloque dirigido por Nuno. Primero con el 1-2 del portugués Joao Cancelo para meterse de nuevo en el encuentro y después con el 2-2 del también luso André Gomes en el minuto 73.
Y, finalmente, de desolación, porque el empate no duró ni siquiera tres minutos en el marcador, el tiempo que tardó el Zenit en una respuesta tan inmediata como demoledora para su rival: el preciso disparo raso del belga Witsel desde fuera del área, que tocó en el palo, fuera del alcance de Jaume, y se transformó en el 2-3.
Su único consuelo es el empate en el otro partido del cuarteto, el que enfrentó a Gante y Olympique de Lyon; una ocasión perdida por el conjunto francés ante el debutante belga, que se quedó con uno menos en el 41, pero que después, en la segunda parte, a pesar de recibir el 0-1 de Jallet, rescató un punto con el 1-1 de Milicevic y el penalti parado en el tiempo añadido por Matz Sels a Lacazette.
En el F, el Bayern Múnich marca el ritmo en la primera posición con una victoria por 0-3 contra el Olympiacos en Grecia, aunque no aseguró los tres puntos hasta el tramo final. Había golpeado primero con el 0-1 de Thomas Muller (m. 52), pero no solucionó el asunto del resultado hasta los últimos minutos, con el 0-2 de Mario Gotze.
Müller cerró el marcador con el 0-3. El internacional alemán sigue en racha. Entre su equipo y su selección ha firmado nueve goles en diez partidos de competición oficial en esta temporada. El equipo de Pep Guardiola ha ganado sus últimos doce encuentros en esta fase de la competición, de la que sólo encajó gol en dos.
Un contraste exagerado con el Arsenal, que, en el otro duelo del cuarteto, fracasó en el comienzo de su decimoctava participación consecutiva. Un gol en propia puerta de Oxlade-Chamberlain, en el minuto 24, la expulsión de Olivier Giroud, en el 40, y un tanto del chileno Junior Fernandes, en el 55, completaron su sonora derrota, a pesar de que Theo Walcott maquilló el resultado en la parte final.
Sobre todo por el adversario, un Dínamo de Zagreb que no había ganado ninguno de sus últimos quince encuentros en la fase de grupos del torneo, con dos empates y trece derrotas, hasta este miércoles. Su anterior victoria en esta fase de la competición databa de hace dieciséis temporadas, cuando se impuso al Sturm Graz por 3-0.
La noche sí fue plácida para el Chelsea en el grupo G de la Liga de Campeones, una competición balsámica a estas alturas para el deprimido equipo londinense. Sólo había ganado uno de sus seis encuentros de este curso antes del estreno europeo, en el que sí cumplió los pronósticos contra el Maccabi Tel Aviv (4-0).
Primero falló un penalti en el minuto 5 el belga Eden Hazard, que lanzó alto; después el brasileño Willian marcó el 1-0 en un lejano lanzamiento de falta envenenado y transformado en gol entre la indecisión del portero; y, antes del descanso, otra pena máxima a Diego Costa dejó resuelto el duelo, con tanto del brasileño Oscar.
El conjunto ‘blue’, que agrandó la victoria en el segundo tiempo con un bonito gol de Diego Costa, de volea a pase de Cesc Fábregas, precisamente el protagonista posterior del 4-0, y que ha sido el único club inglés en ganar en la primera jornada, es el líder incontestable de su cuarteto, más aún con el emocionante empate entre el Dínamo de Kiev y el Oporto en terreno ucraniano (2-2).
Un duelo con alternativas, con Iker Casillas en la portería portuguesa y sin claridad en la resolución del partido hasta los instantes finales. Hubo dos goles antes de la primera media hora, una para los locales de Oleh Gusev y otro para los visitantes del camerunés Vincent Aboubakar, y dos más en los últimos diez minutos.
Ahí parecía definitivo el 1-2 de Aboubakar, pero Vitaly Buyalskiy estableció, con polémica, la igualada en el minuto 89 para arrebatar dos puntos al conjunto dirigido por el español Julen Lopetegui, hoy fuera del banquillo al cumplir un partido de sanción de la pasada temporada.
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